La ministra Teresa Ribera acusa ahora a la Junta de «incentivar el abandono de los pueblos»
Incendios, estación de esquí de Navacerrada, lobo... Y ahora, población. Las materias por las que la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha arremetido durante el último año contra la Junta de Castilla y León son muchas y variadas, y ayer sumaron otro carro de reproches.
Esta vez, Ribera acusó al Ejecutivo autonómico de «incentivar el abandono de los pueblos» al «cerrar ambulatorios y servicios educativos». Lo que contrapuso con sus políticas para luchar contra la despoblación, como el Plan de 130 medidas o «apostar por la vivienda de protección oficial», defendió en una pregunta del diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso sobre las medidas contra la despoblación, concretamente en el caso del Principado, informa Ep.
Ribera no perdió la ocasión de volver a cargar contra la Junta de Castilla y León, gobernada por PP y Vox. Así, reivindicó sus medidas contra la despoblación, apostando por políticas de asistencia a los mayores y necesidades a los niños, rechazando a su vez que se ubique a la mujer «frente a una obligación de tener hijos» –en clara alusión a las palabras del vicepresidente castellano y leonés, Juan GarcíaGallardo (Vox) sobre las mujeres como «portadoras y dadoras de vida»).
La lista de críticas de la ministra hacia Castilla y León suma un nuevo eslabón a los desencuentros, por ejemplo, en materia de protección del lobo o los incendios, sobre los que ha llegado a cuestionar que la Junta con su política «pone en riesgo serio la vida de las personas».