Mañueco pide a Gobierno y UE que «tomen la iniciativa» ante la sequía
▶ Se compromete a «complementar» desde la Junta las medidas que se adopten
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pidió ayer que actúe la Mesa de la Sequía, ante la «grave situación» que se vive en muchas zonas en las que lleva tres meses sin caer apenas lluvia. Se trata de una mesa en la que participan organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, además de representantes de los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transición Ecológica y Reto Demográfico, así como las comunidades autónomas.
Mañueco lanzó un llamamiento a la Mesa Nacional de la Sequía para que haga caso «a las reivindicaciones de nuestra tierra», no solo de la Junta de Castilla y León, también de los afectados directamente. En todo caso, aseguró que el gobierno autonómico tomará las medidas necesarias y apeló a la unidad, porque la sequía «es un problema de todos» y «entre todos tenemos que hacerle frente».
«El Gobierno de Castilla y León afrontará la sequía a vuestro lado», aseguró Fernández Mañueco, que reconoció que nunca llueve a gusto de todos, pero «aquí no lo hace desde hace tres meses». En su opinión, es necesario tomar medidas para paliar esta situación, primero desde Europa y desde el Gobierno de España, mientras la Junta de Castilla y León debe encargarse de complementar esas medidas.
El presidente de la Junta de Castilla y León, inauguró ayer oficialmente la LXI Feria Nacional de maquinaria agrícola y la XIX Feria del Vehículo de ocasión de Lerma, que calificó como un certamen «clave» y uno de los «más importantes» de las que celebran en España. Mañueco añadió que se trata de una cita «obligada» para los profesionales del campo y reconoció la labor de los organizadores y de las organizaciones agrarias señalando que la Comunidad tiene un campo «dinámico» y «pujante» que ha apostado en los últimos años por la innovación.
En su intervención sin preguntas, Fernández Mañueco también reconoció el difícil momento que atraviesa el
Paradójicamente, mientras la sequía es la principal protagonista en el campo, el agua provocó problemas importantes en la primera jornada del sábado en la Feria de Lerma. Un fuerte chaparrón acompañado de fuerte viento empañó la primera jornada de la Feria de Maquinaria Agrícola de Lerma. La tormenta, que en algunos sector fruto de la «inflación» con el aumento de precios desde el comienzo de la Guerra de Ucrania y con la «sequía» que azota a todo el país, pero especialmente a Castilla y León. Además, señaló que las exportaciones de la industria agroalimentaria de Castilla y León han crecido un 25% desde la pandemia y ya superó en 2022 los 3.000 millones de euros.
La LXI Feria de Maquinaria Agrícola de Lerma cuenta con un centenar de expositores en 80.000 metros cuadrados, a los que se suma una feria de automoción en la Plaza Mayor de la localidad, frente al Palacio Ducal, hoy convertido en Parador Nacional, y dos días de mercadillo con unos doscientos puestos ambulantes. El Ayuntamiento estima que desde el sábado hasta hoy pasarán por la feria unos 100.000 visitantes, un gran reto para una localidad de menos de 3.000 habitantes. lugares fue de granizo, afectó al centro, pero sobre todo a la zona sur de la provincia de Burgos y provocó también importantes daños en algunas parcelas agrarias.En el caso de Lerma, el potente chaparrón comenzó sobre las siete de la tarde y dejó vacío el recinto ferial, al tiempo que anegaba las calles de la villa ducal y el recinto ferial.
La campaña cabalga y ya es difícil tomarse un vino sin que te asalten candidatos que abrazan y adulan al son de añejos eslóganes. Frases huecas que en algún momento fueron sesudas y que los benjamines de los partidos copiaron cuando fueron a formarse a Florida y Estocolmo, unos para emular a Reagan y otros a Palme. Los altavoces, mientras tanto, esperan ansiosos el permiso de la Junta Electoral para empezar a tronar.
El domingo gentes sin banderas ni programa se encaminan a misa de nueve y cuarto en la vallisoletana iglesia que los jesuitas tienen en Ruiz Hernández. La gente va desde Vadillos, Santiago, plaza de España y algunos días hasta encuentras gente de Parquesol. En la puerta la gente es amable, deja pasar, sonríe. Si te sientas atrás ves coronillas con rastas, gomina, calvos, melenudos…. hay de todo.
Va gente mayor y, sobre todo, jóvenes, adolescentes diría yo. Ternas de chavales que van solos a misa por convencimiento o por el no menos loable amor que profesan a la mas alta de las chicas que se sienta dos bancos por delante. El coro entona y pierden la vergüenza, la gente se pone a cantar.
La liturgia cumple su función, todos saben lo que toca, dónde hay que mirar, la frase que responder. No importa el idioma que hables o de dónde vengas, todo cuadra porque el de al lado no tiene nadie a quien vencer. El fraile comienza la homilía y enlaza el Evangelio con lo que está pasando en Doñana, la Vivienda y que sigue habiendo pobres, gente sola, triste…. y que todos los que están allí no sólo pueden sino que deben hacer algo para que el mundo pueda esbozar una sonrisa aunque sea desde el dolor de la enfermedad porque hay heridas que curan y basta mirar a quien tienes al lado para darte cuenta de ello.
Pasa el cestillo y echas unos euros, pocos, y, mientras tanto, fuera, la campaña electoral sigue prometiendo, culpabilizando. El eslogan de la homilía es una actualización de un bestseller de hace dos mil años pero sigue uniendo a gentes de todo tipo y condición. Entran y saben lo que van a encontrar, no necesitan artificios, el mundo se mueve porque miras al de al lado sin tener en cuenta su bandera y me atrevería a decir que ni su religión. Nadie vence al amor -ni cuadrar un presupuesto con Bruselas es suficiente- porque el cabeza de lista de los que no tienen nombre resucitó. Todavía hay esperanza.