Mañueco, ante otro «ataque» de Ribera: «Dimisión inmediata»
La ministra afirma en el Congreso que la despoblación «va fatal» en la Comunidad
Ya sin condicional, sin opción a que «pida disculpas», el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, exigió ayer la «dimisión inmediata» de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. «Queremos que la ministra Ribera dimita por falta de dignidad en sus críticas a las personas de Castilla y León y a esta tierra», reclamó Mañueco tras escuchar cómo Ribera volvía a cargar contra la Comunidad. Lo hacía de nuevo en materia demográfica y, otra vez, poniendo a Castilla y León en el centro de la crítica aprovechando una pregunta que llegaba desde otro territorio. Los ecos de las palabras de la ministra respondiendo en del Congreso a una interpelación del diputado del PP por Alicante, César Sánchez, y reverberaron con fuerza en los oídos de Mañueco, que poco después exigía la salida de Ribera del Gobierno.
«Si tuviera la dignidad que tenemos las personas de Castilla y León habría dimitido de manera inmediata», subrayó el jefe del Ejecutivo autonómico después de que hace unos días fuese algo más ‘suave’ al pedir la ‘cabeza’ de la ministra, también con la despoblación como telón de fondo. Y es que las palabras de ayer de Ribera eran una gota más en el vaso de las críticas a la Junta en política demográfica. Aseguró que se está en una reversión «muy importante» en las tendencias de la despoblación, salvo, añadió, en Castilla y León, donde «las cosas van fatal». Aprovechó para criticar de nuevo los «recortes», dijo en declaraciones recogidas por Ical, en maestros y aulas rurales, pediatras, médicos y personal de enfermería, así como el cierre de consultorios locales o su mantenimiento sin atención. Algo, sostuvo, que alimenta la «terrible espiral» de la despoblación.
Más encontronazos
«Frente a la política de hechos del Partido Popular, hoy –por ayer– hemos vuelto a tener un ejemplo del Gobierno de Sánchez, de su forma de actuar, de su modelo y de sus ministros», censuró Mañueco en un acto de precampaña del PP en la localidad soriana de Ólvega. Allí reprochó que se «vuelva a atacar a Castilla y León en sede parlamentaria», en una actitud que tachó de «indigna» por parte de una ministra a quien «le falta lo que nos sobra a las personas de Castilla León». Y es que no es el primer choque de la Junta
y la vicepresidenta tercera y la primera ocasión en la que la ministra carga contra la Comunidad por cuestiones de población. El domingo en un mitin del PSOE en Fabero (León) también censuró los «recortes». Y a finales de abril, de nuevo en el Congreso, aprovechó otra pregunta de Foro Asturias para situar en el centro de la diana a Castilla y León, acusando al Ejecutivo autonómico de «incentivar el abandono de los pueblos» al «cerrar ambulatorios y servicios educativos». Ya tras esas palabras Mañueco expresó su malestar y planteó que la ministra tenía «dos opciones: o pide disculpas a Castilla y León o dimite», a la vez que cuestionó si esa actuación de Teresa Ribera se debía a «desconocimiento, malicia o las dos cosas». Que deje de «soltar bulos», reclamó entonces el consejero portavoz, Carlos Fernández Carriedo, quien consideró la ministra parece tener «una obsesión enfermiza con Castilla y León». «Podemos hablar de por qué quiere cerrar la estación de esquí de Navacerrada y no de otras comunidades autónomas o de su gestión sobre el lobo, del cierre de las minas y las térmicas o de su obsesión por no apoyar al sector de la automoción», espetó ayer el jefe del Ejecutivo castellano y leonés, en alusión a esos choques, en los que también se incluye la política de lucha contra los incendios forestales, que según dijo Ribera, «pone en riesgo serio la vida de las personas».
Además, Mañueco defendió que la Comunidad tiene el mayor porcentaje de profesionales en Atención Primaria por cada mil habitantes y ser una de las comunidades con «menor» tasa de paro, «tres puntos por debajo de la media nacional». «Si España tuviera el porcentaje de tasa de paro que tiene Castilla y León, habría 700.000 parados menos en nuestro país», clamó el presidente de la Junta, quien incidió en su apuesta por «una política de entendimiento e integración», aunque al Gobierno de Sánchez está preocupado por la «bronca» y lo hecho en despoblación es «nada».