La ganadería, sin pastos y con el forraje en precios «por las nubes»
Si «dramática» es la situación para la agricultura, no lo es menos en la ganadería. La falta de lluvia tiene los campos yermos de forraje en el que poder pastar las reses en extensivo, lo que está obligando a los ganaderos a tirar ya de paja y forrajes para alimentar a sus animales. Y «hay pocos y de muy mala calidad». Ni siquiera la siega en verde por la que algunos apuestan, sobre todo quienes combinan las dos actividades del campo, es consuelo, pues las parcelas en las que ya entran las máquinas tienen cereales que ya se sabe que no llegarán a colmo, con escasas plantas y apenas crecidas. Además de ofertarse con un precio «desorbitado, por las nubes», que se ha llegado casi «a triplicar» en algunos casos, claman desde las organizaciones agrarias.
«Y la situación va a peor», advierte Donaciano Dujo, de Asaja, quien apunta que es muy complicado aprovisionar paja desde otros países y que la mala cosecha no dará para mejorar las reservas de alimento que usan ganaderos con sus animales en el campo y en naves. Ya incluso en abril tuvieron que tirar de reservas que habitualmente se comienzan a consumir en verano. «Hay un grave problema de desabastecimiento y de precios extraordinarios», advierte Aurelio González, de COAG, quien pone la alerta también en que será necesario llevar agua a las fincas. Se repite, y con mayor frecuencia, incide, el sacrificio de reses para ahorrar costes y obtener algún ingreso. «Ya hay algún matadero donde se debe esperar a julio» para llevar a los animales, pues lo que resta de mayo y junio están completos.