Oportunidad inigualable para el aprendizaje
Un profesorado formado, las últimas tecnologías, un elevado nivel de enseñanza y un precio imbatible hacen de las escuelas oficiales un buen recurso para dominar otras lenguas y conocer otras culturas
La reciente coronación del Rey Carlos III en Inglaterra ha despertado el interés del mundo, pero, seguramente y de forma especial, de los miles de alumnos que en Castilla y León estudian inglés gracias a las 14 Escuelas Oficiales de Idiomas de la Comunidad, un modelo de enseñanza, el de España, único en Europa y que permite un aprendizaje de calidad para todos los bolsillos y una certificación oficial en el idioma elegido.
Más de 16.300 personas siguen estudios en alguna de las catorce Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI) de la Comunidad o en las 22 secciones dependientes de ellas. Actualmente, en estos centros, se imparten diez lenguas: alemán, chino, español como lengua extranjera, euskera, francés, gallego, inglés, italiano, portugués y ruso.
La directora de la Escuela de Valladolid, Fredes Antuña, señala que «son muchas las ventajas» de estudiar un idioma en estos centros, porque, «en primer lugar, contamos con profesores formados en la lengua que imparten y conocedores de las herramientas digitales necesarias, que refuerzan el aprendizaje de los alumnos. Todas las aulas tienen un equipamiento digital facilitado por la Consejería de Educación y a los alumnos se les hace un seguimiento de su aprendizaje, preparándolos para que consigan un certificado académico oficial, que pueden obtener entre la convocatoria de junio y septiembre, sin coste añadido».
Para la directora del centro, que hoy cuenta con más de 3.000 estudiantes de edades desde los 14 años a algunos que superan los 80, el objetivo «no es que el alumno obtenga un título, sino que aprenda a desenvolverse en la lengua que estudia y pueda demostrarlo cuando lo necesite». «Vivimos en un mundo interconectado, donde los idiomas son la herramienta fundamental para establecer relaciones con gente de todas partes del mundo, por eso es necesario apostar por los idiomas y formar a más personas que puedan servir como puentes entre nuestro país y otros. Lo hemos constatado tras la pandemia, hemos comprobado que desde tu propio país puedes trabajar para una empresa ubicada en otro si manejas la lengua requerida», añade Antuña, que señala que, incluso, han recibido ofertas de trabajo «de antiguos alumnos que están fuera de España y buscan personas que dominen un idioma para ofrecerles empleo».
Su homóloga en la Escuela Oficial de Palencia, Teresa de Prado, coincide con ella y destaca la posibilidad que ofrece a los estudiantes de aprender un idioma independientemente de su nivel económico: «Una de sus fortalezas es el precio», dice sobre los 162,73 euros de la matrícula que se paga al inicio del curso, lo que supone que, «teniendo en cuenta las 120 horas al año que estudia el alumno, cada hora salga a unos 1,35 euros», un pago que, además, puede fraccionarse en tres partes. «Es una enseñanza pública a la que todo el mundo tiene acceso porque existen descuentos por ser familia numerosa y becas», afirma.
También, para De Prado, «la fortaleza de estas escuelas es el profesorado cualificado» con que cuentan y que los estudiantes «practican todas las destrezas de una lengua, la comprensión auditiva, la comprensión escrita, la expresión oral, la expresión escrita y la mediación, tanto oral como escrita».
Se trata, a su juicio, de «una enseñanza muy completa y si solo buscas aprender para poder viajar, esto te va a quedar grande», porque requiere trabajo por parte del estudiante, por eso también la superación de estos estudios supone una certificación que sirve a nivel nacional e internacional».
Fredes Antuña también opina que «lo importante en el aprendizaje de una lengua es no planteárselo como una obligación. Cada cual debe medirse a sí mismo y saber por qué y para qué lo necesita, y la aptitud y la actitud ante el aprendizaje son importantes. No debemos olvidarnos de que se requiere un esfuerzo y un trabajo continuado, pero como contrapartida, la satisfacción de ir avanzando y desenvolviéndose en el idioma que se está estudiando es tal que siempre compensa».
Disponen también de un laboratorio con distintos materiales clasificados por niveles y una biblioteca donde el alumno tiene acceso a todo el material de forma gratuita –los antiguos estudiantes también pueden solicitar un carné para usarla–.
Como la vida real
Estos estudios, que pueden cursarse también a distancia, cuentan con una metodología práctica, en situaciones de la vida real «como puede ser comprar un billete, ir a un restaurante, desenvolverse en una entrevista de trabajo o participar en una conferencia», comenta Antuña.
Otro atractivo que genera un buen clima de estudio y que «engancha» a los estudiantes son las actividades extraescolares que ayudan en su formación, como los viajes, visitas, conferencias y jornadas, y hasta un coro de alumnos y profesores como el que tienen en Valladolid. También, en el caso de la escuela vallisoletana, han llegado a escribir una novela colaborativa, ‘Concierto para tres voces y siete lenguas’, con siete capítulos en las siete lenguas que enseñan y traducidos al español, además de colaborar solidariamente con iniciativas de oenegés. De hecho, la pasada semana, la alumna de la EOI de Valladolid Patricia Villasante fue premiada en un concurso de cuentos celebrado en Portugal con motivo del Día de la Lengua Portuguesa.
Otra oferta destacada es el curso ‘Post C1’ (uno de los niveles) para aquellas personas que ya disponen de un certificado, pero disponen de menos tiempo y quieren mantener el contacto con la lengua un día a la semana. Este curso también ofrecerán clases de inglés y alemán a alumnos sin conocimientos previos y necesitan trabajar a un ritmo más calmado, dice Antuña, que insiste convencida en que «estos estudios son un lujo que debemos valorar y cuidar».
ADEMÁS DE LAS CLASES, SON VARIADAS LAS ACTIVIDADES QUE REALIZAN, COMO VIAJES Y CONFERENCIAS