Primer paso para desmantelar Garoña tras casi 11 años parada
Más de diez años después de que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) parase el 16 de diciembre de 2012 dentro una operación programada y jamás se volviese a enganchar a la red, el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) dio ayer el primer paso para el desmantelamiento de la planta. Según dio a conocer en un comunicado, el pleno informó «favorablemente, con límites y condiciones» esa operación, así como el cambio de titularidad de la energética, pasando de Nuclenor (participada por Endesa e
Iberdrola y propietaria hasta ahora) a Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos). Además, el CSN también dio el visto bueno al Plan de protección física y autorizó a Enresa la solicitud de constitución de un nuevo Servicio de Protección Radiológica específico para la central.
La autorización afecta al traslado del combustible gastado en la central, desde la piscina en que se encuentra al Almacén Temporal Individualizado (ATI) –una vez descartado el almacén temporal centralizado que se planteó hace años–. Ese cambio, señalaron, habrá de hacerse en contenedores metálicos de doble propósito (almacenamiento y transporte). También atañe al desmantelamiento de equipos y componentes del Edificio de Turbina, para su acondicionamiento como Edificio Auxiliar de cara a la siguiente fase del desmantelamiento, apuntaron desde el CSN. Además, según apuntaron desde el Consejo, podrán remitir «directamente» al titular instrucciones técnicas complementarias «para garantizar el mantenimiento de las condiciones y requisitos de seguridad de la instalación y para el mejor cumplimiento» de lo marcado en la autorización, tal y como fija el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas.
Una vez dado ayer el visto bueno por parte del CSN, también el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico deberá autorizar esa primera fase del desmantelamiento y cambio de titularidad, para que después intervenga de nuevo el Consejo de Seguridad Nuclear, emitiendo las instrucciones técnicas reglamentarias para precisar y detallar los requisitos sobre seguridad nuclear y la protección radiológica.
Ubicada en el Valle de Tobalina, junto al río Ebro, Garoña se encuentra en situación de cese definitivo desde que el 3 de agosto de 2017 se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden ministerial que denegaba la solicitud de renovación de la autorización de explotación solicitada por la propietaria. En 2013, el Gobierno había declarado el cese de la explotación de esta instalación, en servicio desde 1971 y sin operar desde diciembre de 2012, aunque su titular sí ha analizado en este tiempo los sistemas de seguridad.