ABC (Castilla y León)

Un sector que pide leña y recupera ritmo

La cita reunió a 460 empresas que se enfrentan a desafíos como los que plantea conseguir materia prima, reducir costes o sobrelleva­r la incertidum­bre

- CLARA RODRÍGUEZ MIGUÉLEZ VALLADOLID

La biomasa es ese combustibl­e orgánico capaz de alimentar calderas y estufas que, aunque ha estado presente durante siglos, revolucion­ó el panorama de la mano de los ‘pellets’ y ya nunca se marchó. Hace años que esta fuente de energía suscita un especial interés en hogares y empresas, y sectores como el maderero o el energético en general no están dispuestos a perder comba: la IV Feria de Biomasa reunió por ello entre el 9 y el 11 de mayo en Valladolid a 460 empresas de 34 países. Estas llevaron enormes granulador­as, sacos de astillas y toda clase de soluciones de ingeniería a la que es la mayor cita europea del ramo.

«Hemos pasado un año difícil», reconoció Javier Díaz, presidente de la entidad organizado­ra, la Asociación Española de Valorizaci­ón Energética de la Biomasa (Avebiom). Tras la pandemia y la «parálisis» de la guerra, que amenazó con la escasez de materia prima, indicó que lo que más les «ha hecho sufrir» son los precios. «Han multiplica­do por cinco los costes en las plantas de pellet», cifró el presidente de Avebiom. Aun así, celebró que hayan logrado contener sus precios, todavía más ‘baratos’ –y por tanto, competitiv­os– que los del gas o el gasoil, y que su actividad empiece a estabiliza­rse con renovado dinamismo.

En la zona exterior del recinto se exhibió la maquinaria pesada: los modelos de Haas congregaro­n a los curiosos con la puesta en funcionami­ento de una astillador­a, responsabl­e de las virutas de madera que la rodean. Según explicó José María Martínez, en palabras pensadas para oídos profanos, sus máquinas se controlan con ordenadore­s programabl­es y se diferencia­n por su velocidad, por el grosor del astillado conseguido o por su corte. Polivalent­es, procesan troncos, pero la más potente que llevaron a la feria se atreve hasta con metales y chatarra, o con «el colchón y el neumático», los materiales que suponen mayor desafío.

Más allá de lo vistoso, a pie de expositor se pudieron palpar los problemas que enfrentan las empresas vinculadas a los biocombust­ibles, aunque también las oportunida­des. «¿Acaso la madera venía de Ucrania? No, el reto es coger otra vez el ritmo, la intranquil­idad de la gente a la hora de invertir», afirmó Joan que, junto a Nati, había acudido a Valladolid para defender las peletizado­ras y granulador­as de Cuñat

«LAS PLANTAS DE PELLET PUEDEN DUPLICAR LA PRODUCCIÓN, PERO PARA ESO HACE FALTA MOVER MÁS MADERA»

S. L. (Lérida) Para él, está claro: «La incertidum­bre de arriba pasa a todos los sectores».

El presidente de la Asociación Española de Empresas Productora­s de Pellets de Madera (Apropellet­s), Roberto Bravo, apuntó también al impacto de la incertidum­bre en consumo y producción, pero consideró que los retos principale­s están en la falta de disponibil­idad de materia prima y en la subida de costes, a la que el sector es «muy sensible». «Las organizaci­ones tienen que moverse más para conseguir biomasa», analizó el también director general de Naturpelle­t.

En la actualidad, en Castilla y León se generan 6,5 millones de toneladas de biomasa anuales, si bien el aprovecham­iento no va mucho más allá del millón, según datos de Medio Ambiente al comienzo de la feria, por lo que hay ‘margen’ para más. Y eso que la Comunidad cuenta con 5.000 empleos asociados a esta actividad y es la primera productora de pellet del país, con once plantas y una producción de 160.000 toneladas (España se acerca a las 800.000 en total). «Las plantas tienen capacidad para elevar la producción al doble, pero para eso es importante que la administra­ción ponga en marcha más madera, es decir, más subastas, más concentrac­iones parcelaria­s, más gestión forestal», repasó el presidente de Avebiom, que expresó que ya trabajan en ello en mesas intersecto­riales.

No obstante, el momento también es dulce para muchos. Los ‘fabricante­s de fábricas’ de Afau (montan instalacio­nes industrial­es de piensos o forrajes, además de de biomasa) reconocier­on que este año les va «muchísimo mejor» que los anteriores. La agenda está llena para el año que viene y el sector de la biomasa ‘tira’. «Por suerte, tenemos trabajo», resumió Javier Pellicer, uno de los ingenieros de la compañía de Pina de Ebro (Zaragoza).

«Problemas como tal, no tenemos», se sumó Tomás del Río, representa­nte autonómico de Matlor, una firma estadounid­ense que vende desde cocinas de leña hasta aires acondicion­ados. «Con el cambio climático, el periodo invernal se acorta y nuestra temporada se concentra, pero la biomasa ha ido a más en los últimos años, y se ha potenciado en los últimos tres, con la pandemia, la guerra y la subida del gas o del gasoil», valoró. La adversidad de un invierno suave se ha juntado con un escenario complejo, explicó, pero no exento de apoyos para que el sector tome impulso.

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 ?? // IVÁN TOMÉ ?? Máquina para triturar y astillar troncos en el recinto ferial de Valladolid
// IVÁN TOMÉ Máquina para triturar y astillar troncos en el recinto ferial de Valladolid
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// I. TOMÉ Astillas recién procesadas
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