Puente cesa a Alvarito, amigo de Koldo y número dos de Puertos
▶ Señalado por su relación con el asesor, firmó documentos de uno de los contratos
Caso Koldo
El caso Koldo se cobrará hoy su segunda pieza política. Tras la defenestración del exministro de Transportes José Luis Ábalos, expulsado en plaza pública de su propio partido, el actual titular de la cartera, el también socialista Óscar Puente, anunció ayer el cese del secretario general de Puertos del Estado, Álvaro Sánchez Manzanares, salpicado desde el inicio en esta trama que investiga tráfico de influencias en la adjudicación de hasta 53 millones de euros en contratos públicos de mascarillas a la empresa instrumental Soluciones de Gestión.
Sánchez Manzanares estaba en el punto de mira no sólo por su vinculación directa al expediente de contratación –recibió la primera oferta y firmó la declaración de usuario final en la adjudicación de 20 millones de euros–, sino también por su presunta relación con el asesor del exministro Ábalos, Koldo García, de quien se presume que influyó para que el contrato fuese a Soluciones de Gestión.
En ese contexto, destaca una llamada realizada por Koldo a un teléfono de Puertos del Estado el pasado octubre. Al otro lado de la línea, un varón al que el asesor llama «Alvarito». La Guardia Civil dedujo que es Sánchez Manzanares por el contexto, ya que Koldo le dice que le hubiera gustado que fuese presidente del organismo público. Y al frente de ese organismo estaba el único otro Álvaro que contemplan como opción, el presidente actual, Rodríguez Dapena. En esa charla, el otrora asesor le dice que quiere hacerle una «consulta política» y le emplaza a un café. Según los agentes, esa reunión debió producirse el pasado 7 de noviembre en la misma sede de este ente público, porque allí estuvo el vehículo de Koldo.
Hay además otro elemento y tiene que ver con el comisionista de las adjudicaciones, Víctor de Aldama. Cuando Hacienda le abrió una inspección sobre el destino de los más de 6 millones de euros que se llevó de aquellos contratos, tuvo que acreditar que había intervenido en la adjudicación de Puertos del Estado. Aportó un mensaje de WhatsApp en el que enviaba a alguien no identificado en los informes la dirección de Sánchez Manzanares como persona de referencia para enviar la oferta de mascarillas, después de decir a los inspectores que la había presentado él «personalmente» en Puertos del Estado. Lo siguiente es el representante de
Soluciones de Gestión enviando a Sánchez Manzanares las condiciones.
Cuando Hacienda preguntó en este organismo, su presidente actual, Rodríguez Dapena, contestó que «nunca ha tenido relación o vinculo alguno con las citadas empresas ni con el señor Víctor de Aldama» y que «la elección como proveedor de la mercancía adquirida no se debió a la participación de estas mercantiles y persona señalada como intermediarios, de los que se desconocía su existencia hasta la fecha», cuando la documentación recogida parecía indicar lo contrario. Cabe recordar que Dapena no estaba en el puesto cuando se produjo la adjudicación. El presidente era
Francisco Toledo Lobo, quien firmó los contratos.
A este contexto, ya complicado, se suma el avance de una auditoría interna emprendida por el ministro Puente sobre aquellos contratos. La documentación del expediente obra en el sumario y ha sido analizada por los investigadores sin que la causa se siga por malversación
La causa judicial sobre el caso Koldo ha puesto en el foco no sólo a Sánchez Manzanares, sino a otros cargos que aún se desempeñan en el departamento de Óscar Puente y que mantenían relación con Koldo García. Subrayan los autos del juez, como los informes policiales, que el exasesor conservaba «influencias» en el departamento incluso dos años después de haberlo abandonado. Constan comidas en la marisquería madrileña La Chalana y llamadas directas con el presidente de Emfesa, Vicente Calzado Téllez, pero también hay localizadas al menos dos citas con el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel García Gómez, el «primer jefe común», como subraya la Guardia Civil, de los dos organismos que compraron mascarillas a Soluciones, Puertos y Adif. De este último conservaba relaciones al menos con el actual presidente, Ángel Contreras –les retrataron en La Chalana el pasado noviembre–, y con el director general de Gestión de Personas de Adif, Michaux Miranda, que además, firmó uno de los contratos.
Cuatro altos cargos señalados por su relación con el asesor de Ábalos siguen en el Ministerio de Transportes
MADRID
La reacción del Gobierno y del PSOE ante las informaciones que vinculan a la mujer del presidente, Begoña Gómez, con el comisionista del Ministerio de Transportes Víctor de Aldama y con el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, oscila entre la respuesta airada y el mutis. Si el lunes la portavoz socialista, Esther Peña, atribuyó el asunto a la «mala baba», ayer la portavoz del Ejecutivo, Pilar
Alegría, ignoró una pregunta sobre el particular en su rueda de prensa semanal tras el Consejo de Ministros.
Fuentes de Moncloa, mientras tanto, se parapetan en que todos esos contactos se produjeron en el ámbito de la «actividad privada» de Begoña Gómez. Incluidos los que mantuvo la esposa de Pedro Sánchez en la sede de Globalia, holding propietario de Air Europa, con Hidalgo en el año 2020, el mismo en que se produjo el rescate millonario de la aerolínea. Globalia, además, según publicó ‘El Confidencial’, patrocinó la actividad de Gómez como directora del Africa Center, un organismo integrado en el Instituto de Empresa (IE).
Las citadas fuentes aseguran, de manera coloquial, tener «cero preocupación» por lo publicado. Argumentan, además, que el rescate se produjo siguiendo de manera escrupulosa todos los procedimientos legales. Un rescate que defienden por el contexto internacional, con la reducción del tráfico aéreo un 75% a nivel mundial con motivo de los confinamientos, y que aseguran que no es a fondo perdido, sino que la compañía lo tendrá que devolver.