Alemania reforma su Ejército para hacerlo «apto para la guerra»
▶Ante la amenaza de un conflicto bélico en Europa, el Ministerio de Defensa prioriza su capacidad de respuesta ▶La reforma de la Bundeswehr de Pistorius prevé el posible regreso del servicio militar obligatorio al país
Tres ministros de Defensa de la República Federal de Alemania, antes de Boris Pistorius, decretaron reformas del Ejército germano –el decreto Blankenés de Helmut Schmidt, el decreto de Berlín de Peter Struck y el decreto de Dresde de Thomas de Maizière–, pero ninguno de ellos tuvo como objetivo preparar a la Bundeswehr para la guerra. Sin embargo, el decreto de Osnabrück, que firmó ayer Pistorius en su ciudad natal, tiene por propósito «reorientar el Ejército hacia la defensa nacional y de alianzas en todos los niveles», según dijo el ministro. Concretamente, le proporciona «la base formal para una organización de liderazgo que permita hacer la guerra».
El nuevo decreto, que entra hoy en vigor en sustitución del último, que data de 2012, «es otra pieza clave, aunque formal, del punto de inflexión», señaló, en referencia a la nueva orientación de la Defensa anunciada ya hace un año por el canciller alemán Olaf Scholz. Acerca a Alemania «al objetivo de volver a poner la disuasión y la defensa en el centro», porque la situación de amenaza en Europa «se ha vuelto completamente diferente con la guerra de Putin en Ucrania». Por lo tanto, en este contexto de peligro real de un ataque ruso contra territorio de la OTAN, «es necesario que la Bundeswehr, que anteriormente se había centrado principalmente en misiones extranjeras, vuelva a centrarse en la propia defensa».
Para ello, el Ejército alemán estará dotado de un mando operativo unificado y, además de las tropas de tierra, de aviación y la marina, contará con un cuarto cuerpo para la defensa del espacio cibernético y de la información (CIR), especializado en guerra electrónica, en operaciones cibernéticas y en la protección de las infraestructuras.
La reestructuración centraliza las decisiones en manos de Pistorius, elimina dificultades de coordinación entre las tropas repartidas por el territorio alemán o en el extranjero e introduce la cadena de mando, que podrá incorporar de forma más efectiva las exigencias y decisiones de estructuras supranacionales como la UE o la OTAN.
Pistorius recordó que las estructuras se han ido reformando gradualmente desde el año pasado, cuando hubo cambios por primera vez la alta dirección del Ministerio de Defensa, seguida de una reforma de gran alcance de las propias fuerzas armadas. A partir de ahora, todo pasará por un comando operativo unificado tanto para las operaciones en el país como en el extranjero.
El decreto regula en el sistema general la clasificación de las unidades de apoyo, como el personal médico y la logística, y redefine explícitamente las responsabilidades del inspector general adjunto. La reforma prevé el posible regreso del servicio militar obligatorio y contempla que Pistorius celebrará una sesión parlamentaria al respecto durante la actual sesión legislativa. En el documento queda recogida como una decisión direccional que sirve al mismo propósito general: renovar la estructura con el fin de que el Ejército pueda centrarse en el «mandato central constitucional de la defensa nacional y de alianzas contemporáneas» y, en palabras del ministro, para hacer que la Bundeswehr sea «apta para la guerra».
Además de las tropas de tierra, de aviación y la marina, el Ejército contará con un cuerpo especializado en combate electrónico y operaciones cibernéticas.
96.000
Alemania tendrá que hacer un gasto militar de 96.000 millones de euros para alcanzar el objetivo del 2% del PIB que establece la OTAN.
La reestructuración introduce la cadena de mando, que podrá incorporar de forma más efectiva las exigencias y decisiones de estructuras supranacionales como la UE o la Alianza Atlántica.
Sus críticos destacan que la esperanza de contar con más personal, que aumente los 183.000 soldados actuales hasta los 203.000, puede seguir siendo una quimera. La introducción de tecnologías nuevas y disruptivas queda también en entredicho por la falta de presupuesto. La partida extraordinaria de 100.000 millones de euros ya se ha terminado y Pistorius lleva meses pidiendo periódicamente un aumento del presupuesto. El año que viene necesitará alrededor de 6.500 millones más de lo calculado inicialmente. Mañana jueves presentará su presupuesto al ministro de Finanzas, el liberal
Christian Lindner, y, si lo consigue, serán 58.500 millones de euros.
El último informe de la Bundeswehr predice que en 2024 estarán disponibles alrededor de 71.000 millones de euros, de los cuales 19.200 millones procederán del fondo especial. Después, está previsto un aporte «continuo» de 52.000 millones de euros hasta 2027. «La autorización de crédito del fondo especial debería utilizarse hasta 2027», dice el informe. El propio presupuesto de Defensa, sin contar con fondos especiales, permanece sujeto a la auste
La introducción de tecnologías nuevas y disruptivas queda en entredicho por la falta de presupuesto
ridad de Lindner. Un análisis del Instituto Ifo para el periódico ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’ muestra que desde 2022 ha aumentado aproximadamente un 1,5% y los 52.000 millones para 2027 apenas difieren del presupuesto de 2024. «Todo el dinero se destina a gastos fijos: hay que pagar los salarios, hay que mantener los cuarteles».
«Las dificultades financieras no comenzarán hasta que se gaste el fondo especial en 2027», prevé el experto militar del Ifo Marcel Schleifer, al que preocupa que las empresas de Defensa puedan alejarse del Gobierno para realizar entregas más lucrativas en el extranjero. El «mayor riesgo», según la valoración realizada por la patronal de la industria de Defensa, es el «acto de equilibrio entre las grandes expectativas de una mayor producción y la falta de fondos y pedidos correspondientes», en palabras de Hans-Christoph Atzpodien, director general de la Asociación Federal de Industrias Alemanas de Seguridad y Defensa (BDSV). Para 2028, Atzpodien estima que el Gobierno federal tendría que gastar 96.000 millones de euros para alcanzar el objetivo del 2% que establece la Alianza Atlántica.
Mientras el Gobierno de Finlandia, con 1.200 kilómetros de frontera con Rusia, es prudente y evita las acusaciones directas, el Gobierno de Estonia culpa abiertamente de las interferencias a Moscú. El ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna, ha descrito las interrupciones de los sistemas de GPS como «acciones absolutamente deliberadas» en una entrevista con la cadena pública EER, como resultado de un «ataque híbrido de Rusia».
«Rusia sabe muy bien que los trastornos que está provocando son muy peligrosos para nuestra aviación y violan los convenios internacionales de los que también forma parte», dijo Tsakhna. Finnair es la única aerolínea que conecta a Tartu y Estonia subraya la necesidad de garantizar «operaciones de vuelo seguras y sin problemas» en el aeropuerto, en referencia al uso de métodos de aproximación alternativos.
De hecho, ya desde Irlanda advirtieron que hay personas que están cruzando desde Irlanda del Norte hacia su territorio, en un intento por estar fuera del alcance las autoridades británicas, lo que a su vez amenaza con convertirse en un problema diplomático, tras las declaraciones del primer ministro, Rishi Sunak, rechazando la idea de aceptar el retorno de solicitantes de asilo de Irlanda. El ‘premier’ dijo también que no está interesado en un acuerdo de devolución si la Unión Europea no permite que el Reino Unido devuelva a los solicitantes de asilo que habían cruzado el canal de la Mancha desde Francia.
La incertidumbre también rodea el proceso de detención de los migrantes, después de que ‘The Guardian’ revelara que está en marcha una operación de detenciones sorpresa en todo el país y se espera que los inmigrantes