EL ARTE DE RENTABILIZAR EL RACISMO
El plan de negocio de Trump siempre ha intentado ganar apelando a los peores instintos
La primera vez que Trump apareció en portada del «New York Times» fue el 16 de octubre de 1973. Se dice que la forma más conveniente de amasar una fortuna es heredarla. Y precisamente gracias a Fred C. Trump, su papá emprendedor del ladrillo, Donald fue noticia a sus precoces 27 años como presidente de la Trump Management Corporation. Empresa propietaria de más de 14.000 apartamentos en Brooklyn, Queens y Staten Island.
En aquel entonces, el Departamento de Justicia de la Administración Nixon –no precisamente una checa de perroflautas– se querelló contra este genio por notorias violaciones de la ley contra la discriminación en el acceso a la vivienda en EE.UU., conocida como la Fair Housing Act de 1968. Los investigadores federales habían documentado un esfuerzo sistemático por evitar que afroamericanos, por mucho que estuvieran financieramente cualificados, pudieran alquilar apartamentos en 39 edificios de los Trump.
Empleados de la compañía testificaron que cada solicitud de alquiler presentada por afroamericanos se marcaba con una letra C mayúscula (Colored) para facilitar la criba racial. Y según otro testigo de cargo, el plan de negocio de los Trump se centraba en alquilar solamente a «judíos y ejecutivos».
¿La reacción de Donald? Negarlo todo; contratar los servicios del siniestro abogado Roy Cohn; y entablar la madre de todas las batallas judiciales en la que llegó a presentar su propia contra-querella por valor de 100 millones de dólares. Finalmente, en un acuerdo alcanzado en 1975, Trump tuvo que comprometerse a no discriminar a los negros en el alquiler de sus viviendas, aunque sin admitir culpa alguna.
Durante dos años, Trump Management tuvo que publicar todas sus vacantes con una periodicidad semanal y reservar una cuota para afroamericanos en sus edificios, donde menos de un 10% de los alquilados eran negros. En 1978, Justicia volvió a abrir el caso por reincidencia. Estos son los comienzos de un personaje que ha sabido siempre ganar apelando a los peores instintos.