ES RESILIENCIA... ¡ESTÚPIDO!
Lo que pierde Cataluña lo ganan otras comunidades; no es un juego de suma cero
Los estrategas académicos del «procés», muchos de ellos economistas de pizarrón o juristas de querella a la catalana, introdujeron en sus ecuaciones que la fortaleza de la sociedad española es limitada, una sociedad casposa y subvencionada que se derrumbaría a la menor adversidad y cedería al secesionismo sin condiciones. En su diseño estaba que la escalada de la prima de riesgo empujaría al Gobierno español a pactar una independencia forzosa y a la carta del que quiere irse. Craso error, no repararon en la resiliencia de España, acreditada a lo largo de siglos. Resiliencia significa fortaleza, resistencia, invulnerabilidad por capacidad estoica de adaptación a las perturbaciones que conduce a recuperar la posición inicial.
Nada mejor que observar la curva de la prima a lo largo de los meses que ha durado la fase final del «procés» secesionista. No se ha movido un pelo, la confianza exterior en el Reino de España ha sido plena, lo que se derrumbó fue la confianza en la Cataluña independiente. Las imágenes de las cargas de la Policía del 1 de octubre, en las que los «indepes» confiaban ciegamente para derribar la muralla, no pasaron de ser una línea de la escaleta de los telediarios del día; el discurso del Rey y dos autos de dos jueces zanjaron el tema. La prima de riesgo se quedó donde estaba y la economía española ha mantenido una tasa de crecimiento por encima del 3% anual, a pesar de la menor contribución catalana. El buen desempeño de otras comunidades llenaron el hueco.
No contar con la resiliencia de los españoles conduce a sus adversarios al fracaso, resiliencia que se galvaniza ante las adversidades para conseguir un desempeño sobresaliente. Basta reparar en las últimas cifras de exportaciones, tanto en calidad como en cantidad; lo que pierde Cataluña lo ganan otras comunidades, no es un juego de suma cero, sino que los errores de unos se convierten en oportunidades para otros. Al empezar el nuevo año la economía española es más fuerte que hace un año, cuestión de resiliencia que algunos estúpidos no comprenden.