La fabricación del A380 de Airbus, en peligro por el auge de los modelos de bajo coste
La firma dejará de producir el modelo si no hay contratos para fabricar seis al año
No hay sitio en el mercado de la aviación para el Airbus A380. El fabricante europeo anunció ayer que dejará de producir su modelo estrella si no consigue una cadencia de producción de seis modelos al año. Trece años después de su primer vuelo, el avión comercial más grande del mundo podría sucumbir a las nuevas reglas del espacio aéreo.
No es que haya menos pasajeros, es que las aerolíneas utilizan otras fórmulas para responder a su demanda. Antes primaban modelos como el 380, capaz de transportar 500 personas. Ahora se da preferencia a aviones más pequeños, que se llenen antes y consuman menos.
Solo una aerolínea parece resistir el cambio de modelo: Emirates. La compañía con sede en Dubái ha sido el mayor comprador de A380 durante los últimos años. De hecho, ha adquirido casi la mitad de los A380 fabricados (142 de 317). Pero el año pasado no adquirió modelo alguno. Y Airbus cerró el ejercicio sin vender ningún A380.
Con este resultado, no es de extrañar que las negociaciones para cerrar la venta de un nuevo pedido que incluya una treintena de aviones a la aerolínea de Oriente Medio se haya situa- do en el centro de todas las miradas. Hasta el punto de que ayer la empresa condicionó su éxito a la supervivencia de los nuevos modelos del A380. «Si no conseguimos cerrar el acuerdo con Emirates, tendremos que poner fin al programa», señaló ayer el responsable comercial de Airbus, John Leahy, en la conferencia de prensa de presentación de los resultados del 2017.
Lo cierto es que la firma de este contrato permitiría alargar la fabricación del superjumbo unos años más. Hay que tener en cuenta que 95 de estos aparatos todavía están pendientes de entrega y la compañía aún tiene prevista la fabricación de otros 12, después de las 15 que se registraron en 2017. El año que viene, sin embargo, esta cifra caerá hasta las ocho unidades. La empresa fijó ayer el límite en seis aparatos para mantener su producción y no perder eficiencia. Una cuantía que será difícil alcanzar si finalmente no se concreta el último pedido de Emirates.
Desde la empresa aseguran que no es la única aerolínea interesada en el modelo, pero reconocen que hoy por hoy su interés es «clave» para mantener al Airbus 380. La transacción, sin embargo, todavía parece despertar dudas en Emirates. Todo estaba previsto para que el trato se cerrara durante el mes de noviembre, en el Dubái Airshow, pero finalmente este acuerdo no se concretó. Con las declaraciones de ayer, Airbus mete de nuevo presión a la aerolínea de Oriente Medio.
Con todo, desde la compañía se muestran optimistas respecto a la supervivencia del modelo. Y continúan esgrimiendo la misma razón para su compra que cuando salió al mercado: la saturación de pasajeros.
«En el futuro va a crecer considerablemente la demanda de vuelos, especialmente los que tengan como destino regiones como Asia o Sudamérica. Aunque muchas empresas están aumentando sus frecuencias para hacer frente a estos pasajeros, lo cierto es que los “slots” en algunos aeropuertos están agotados», sostiene un portavoz de Airbus.
El fabricante, sin embargo, también reconoce que muchas líneas aéreas reclaman una mayor «flexibilidad» en sus pedidos. Una reclamación que, unida a otras como la necesidad de eficiencia, está haciendo que el gigante de los cielos se tambalee.
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