May se defiende en los Comunes: «Era lo que se debía hacer»
La «premier» británica alude a «razones humanitarias» para justificar el ataque
Admitiendo desde un principio que era necesario «rendir cuentas al Parlamento», Theresa May justificó ante la Cámara de los Comunes la intervención militar en Siria del pasado sábado, junto a Estados unidos y Francia, porque «era lo que se debía hacer y por el interés nacional del Reino Unido».
Actuar era «lo correcto y legal», aseguró la primera ministra británica «ante la evidencia del uso de armas químicas» por el régimen de Bashar al Assad. Una decisión tomada, explicó, «para aliviar la situación humanitaria» en Siria.
Defendiéndose de las acusaciones de haber actuado a las órdenes del presidente estadounidense en esta operación, lanzadas estos días por el líder de la oposición Jeremy Corbyn, May se mostró contundente al asegurar que «no lo hicimos porque Donald Trump nos lo pidió. No podemos autorizar que el uso de armas químicas se normalice, ni en Siria ni en las calles de Gran Bretaña».
May comenzó esa esperada comparecencia ante la Cámara de los Comunes detallando que al menos 75 personas, incluidos varios niños, murieron y hasta 500 resultaron heridas en el ataque de la semana pasada contra la ciudad de Duma.
«Expertos médicos y científicos del Reino Unido han concluido que las víctimas fueron expuestas a un químico tóxico», señaló, apuntando directamente al régimen de Al Assad. «Todas las evidencias van en esa dirección», ya que explicó «ningún otro grupo podría haber llevado a cabo este ataque porque la oposición no tiene helicópteros ni usa bombas de barril».
«Proporcionada»
La «premier» confirmó que las localizaciones estaban elegidas con precisión y que los objetivos estaban claros: instalaciones militares del régimen sirio que fabrican o poseen armas químicas. Negó que ningún civil haya muerto en esta ofensiva, porque «hemos minimizado las posibilidades de escalada de conflicto a través de una acción militar delimitada».
Una operación militar, la de este fin de semana, que ha sido «proporcional» según May, a pesar de no contar con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.