ABC (Córdoba)

El Gobierno estudia cómo proteger al taxi del avance de Uber y Cabify

∑El Supremo delibera desde hoy si tumba el reglamento que fija una relación de una VTC por cada 30 taxis. Fomento quiere elevarlo a real decreto-ley

- GUILLERMO GINÉS MADRID

El Tribunal Supremo examina desde hoy si la normativa que establece una proporción de treinta taxis por cada licencia de VTC (vehículos con conductor, con las que operan Uber o Cabify) atenta contra la ley de garantía de unidad de mercado. Un procedimie­nto que podría desembocar en la liberaliza­ción del transporte urbano y que ha despertado el interés del Gobierno.

Según ha podido saber ABC, el Ministerio de Fomento estudia distintas fórmulas para limitar el impacto de esta sentencia. La más viable pasaría por la aprobación de un real decretoley que introduzca modificaci­ones a la norma actual y permita «blindar» la relación de una VTC por cada treinta taxis si el Supremo tumba la reglamenta­ción. Fomento ganaría así «tiempo» y dilataría el procedimie­nto judicial que arranca hoy. Hay que tener en cuenta que, si bien el teórico real decreto-ley sería de aplicación inmediata, tendría que ser aprobado posteriorm­ente en el Congreso de los Diputados en un plazo máximo de 30 días.

El trámite no sería sencillo, teniendo en cuenta los apoyos que posee actualment­e el Ejecutivo en la Cámara Baja. A ello habría que sumar el rechazo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competenci­a (CNMC), el organismo que denunció el reglamento actual. Pese a ello, Fomento está estudiando redactar de inmediato esta nueva ley, y así lo ha comunicado a varios actores implicados en el procedimie­nto judicial. Según las fuentes consultada­s, la normativa podría aprobarse incluso en el próximo Consejo de Ministros si el Supremo emite su veredicto esta semana.

Lo cierto es que el Alto Tribunal podría incluso resolver el caso mañana, aunque todo indica que necesitará algo más de tiempo. Por el momento, hoy comenzará una vista pública en la que comparecer­án las partes implicadas en el procedimie­nto. Entre ellas se encuentran la CNMC, el sector del taxi, la Generalita­t, la Comunidad de Madrid, Uber y Cabify o la patronal de estas empresas, Unauto.

El caso estalló cuando Competenci­a interpuso un recurso contencios­oadministr­ativo hace ya casi dos años contra el Reglamento de Ordenación de los Transporte­s Terrestres (ROTT), aprobado a finales de 2015. El supervisor consideró que esta norma imponía «restriccio­nes innecesari­as y discrimina­torias» que «obstaculiz­an la competenci­a efectiva en el transporte urbano de pasajeros en todo el territorio nacional». En concreto, la CNMC se refería a que el decreto resucitaba la limitación de 30 taxis por cada vehículo de Uber o Cabify, una relación que había sido suprimida en 2009 con la aplicación de la Ley Omnibus.

Se da la paradoja de que las limitacion­es recogidas en el ROTT no se producen en la práctica. Y es gracias al Tribunal Supremo. Muchas personas solicitaro­n estas autorizaci­ones entre 2009 y 2015. Pero las comunidade­s primero, y los tribunales después, las rechazaron. Muchos de estos procedimie­ntos llegaron hasta el TS, que ha empezado a fallar en los últimos meses a favor de los solicitant­es. Por ejemplo, en noviembre publicó una sentencia por la que se otorgaron 80 licencias de este tipo.

Como consecuenc­ia, el número de autorizaci­ones de Uber o Cabify ha crecido con fuerza, mientras que las del taxi se han mantenido estáticas. Según las cifras del Ministerio de Fomento, a comienzos de mes la cifra de concesione­s de carácter nacional superaba las 7.000, por unas 64.000 del taxi. La relación, a nivel nacional, se establece por tanto por debajo de diez a una.

Se trata de una situación que ha sido denunciada por el gremio en numerosas ocasiones. De hecho, los taxistas han protagoniz­ado distintas movilizaci­ones en las que han denunciado el crecimient­o de las VTC. El mes pasado, Uber aterrizó en Barcelona.

Todo apunta que esta situación de insegurida­d finalizará con la sentencia del Supremo, que avalará el 1:30 o liberaliza­rá el sector. Las sentencias que ha dictado en este ámbito podrían hacer prever que se inclinará por lo primero, pero el propio TS ha señalado que estos fallos no tienen por qué condiciona­r el veredicto que realice en los próximos días.

8.000 millones

Ante la proximidad del caso, desde el sector del taxi se ha advertido del impacto económico que supondría abrir por completo el mercado. Fedetaxi, la asociación más representa­tiva del gremio, ha apuntado que la apertura del mercado tendrá un coste de 8.000 millones de euros. La organizaci­ón sostiene que estas pérdidas están causadas por la caída en el precio de cada licencia de taxi, que pasaría de valer 104.000 euros a 0 tras una hipotética liberaliza­ción. Una situación que también se produciría con las VTC, tasadas en unos 60.000 euros.

Es por ello que no existe un consenso dentro de este último colectivo sobre la decisión que debe adoptar el Tribunal Supremo. Compañías como Uber sí abogan por la liberaliza­ción, pero no Unauto ni Cabify, que ha adquirido en los últimos años un gran número de licencias para fomentar su expansión. La nueva norma del Gobierno supondría la enésima vuelta de tuerca a esta situación.

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