En el armario de una reina
El Museo de la Trinidad viaja a la época de Isabel la Católica y rescata la vestimenta de la soberana de Castilla y Aragón
COMO sucede con los grandes personajes, quien piense en Isabel la Católica lo hará en una mujer imbuida de un alto destino histórico y pensará en ella unificando su corona con la de Aragón o dando el paso adelante que permitió el descubrimiento de América. Pocos han pensado en ella como una mujer que viste la ropa que se llevaba en su tiempo, pero también fue así.
El Museo de la Trinidad, en la calle Tejón y Marín, tiene abierta hasta el próximo 30 de junio la exposición «Moda y época de Isabel la Católica en Córdoba», que ha pasado por otros lugares, pero que en Córdoba toma una matiz especial, no sólo porque hay piezas que tienen relación con la propia ciudad, sino también porque en Córdoba pasó la reina siete años, cuando dirigía la conquista de Granada.
La exposición reúne una parte documental en la que habla de la actividad legislativa y más propiamente histórica de la reina y otra que se centra directamente en la moda de su tiempo y en la que Isabel la Católica vestía. No son las mismas prendas que llevó la Reina, ya que los tejidos tienen una vida mucho más corta que los más de cuatro siglos que han pasado desde su muerte, pero se reconstruyeron para la serie «Isabel», que emitió Televisión Española hace pocos años. Los trajes que lució la actriz Michelle Jenner para meterse en la piel de la Reina están allí, junto con las reproducciones de algunos de los cuadros que sirvieron de base para reproducirlos.
Allí están piezas que muestran la gran variedad de vestuario que tenían las reinas y mujeres nobles de su época. Muchas son de una única pieza, otras con dos, pero siempre con gran variedad de colores, de tonos oscuros y sobre todo claros. Muchas veces se completaban con brocados y bordados que los enriquecían y así se presentan en esta exposición, donde hay también reproducciones de joyas, en perlas o metales preciosos, que estaban documentadas como propias para la reina Isabel la Católica. Otros trajes tienen relación directa con las enseñas de Castilla y con su condición de soberana.
La exposición tiene en Córdoba acento propio con los tabardos cedidos por la cofradía de la Caridad, una especie de dalmáticas laicas que tienen los escudos reales de la época, para mostrar la vinculación de los reyes con la antigua hermandad hospitalaria. Reproducción de documentos antiguos, copias de armas del Gran Capitán (el gran militar de aquel momento) y vestuario del pueblo llano completan el viaje a la España y a la Córdoba de Isabel la Católica.