«A primeros de diciembre veremos qué opciones hay para los Presupuestos»
Intenta conjugar el rigor y la seriedad que se espera en Bruselas del Gobierno de un país importante como España con las sacudidas políticas que Pedro Sánchez se dedica a generar sin parar
Después de una carrera meteórica en la Comisión Europea, Nadia Calviño (La Coruña, 1968) aceptó el puesto de ministra de Economía en un Gobierno inesperado, en el que le ha tocado ejercer el papel de defensora de la ortodoxia del Pacto de Estabilidad, como contrapeso canónico a las exigencias populistas de los socios de Pedro Sánchez. Y en esta labor, muchos siguen tratando de adivinar dónde se situaría políticamente esta brillante gestora de lo público, hija de uno de los más polémicos directores de Televisión Española de la época de Felipe González. Antes de tener que lidiar con el campo de minas político en el que se ha metido Pedro Sánchez, ella tenía en la cabeza todo el presupuesto de la UE y las espinosas cuentas del Brexit, así que no es de extrañar que hable con cierta tranquilidad del rompecabezas político en el que ahora trabaja. —¿Cuándo piensa el Gobierno presentar los Presupuestos? ¿Aún cree que será posible después de las declaraciones hostiles de los líderes independentistas catalanes? —Nuestro objetivo es presentarlo a principios de diciembre y, por supuesto, ese es el plan principal en el que trabaja el Gobierno porque creemos que son los Presupuestos que España necesita. Es difícil entender que haya grupos políticos que se manifiesten no dispuestos ni siquiera a empezar a discutir sobre la base de esos Presupuestos. —¿A qué grupos políticos se refiere? —Me refiero a distintos grupos políticos que por razones relacionadas o no con aspectos presupuestarios se manifiestan contrarios a ni siquiera tratar de encontrar ese consenso. Mire, hay grupos que en principio deberían estar dispuestos a discutir estos Presupuestos, porque protegen la disciplina fiscal, porque suponen una reducción del déficit, porque hay un ajuste estructural y porque permiten reducir la deuda. Es decir, que aquellos que defienden la ortodoxia presupuestaria deberían tener puntos en común. Y al mismo tiempo son unos Presupuestos que permiten llevar a cabo una política social y mejorar la justicia de la parte de los ingresos y eso debería también permitir la discusión con otro lado del espectro político.
—Entiendo que se refiere al PP y a Ciudadanos y no a los independentistas catalanes. —Hay algunos partidos que no están dispuestos por razones que teóricamente están relacionadas con los mismos Presupuestos, y hay otros que parecen querer vincular el tema presupuestario con otras cuestiones con las que no se debe ligar, sobre todo cuando se trata de asuntos en los que el Go-
«La prórroga de los Presupuestos es una opción y no sería la primera vez que se utiliza» «No veo relación entre los Presupuestos y la decisión de la Abogacía del Estado» «Privar a las comunidades de ese recurso pone en peligro su capacidad para atender las necesidades de los ciudadanos»
bierno no tiene competencia para actuar, como son las cuestiones judiciales. —Algo sí que ha dicho el Gobierno, y no solo lo ha dicho, sino que lo ha hecho con el gesto de la Abogacía del Estado. Eso se ha interpretado como una maniobra extra presupuestaria para intentar ganar ciertos apoyos para los Presupuestos. —Yo no veo una relación directa entre las dos cosas. Estamos en un momento procesal en el que la Abogacía del Estado, por primera vez, tenía que calificar desde el punto de vista jurídico determinados actos y ha expresado una calificación sobre la base de criterios jurídicos. No creo que eso tenga nada que ver con el Presupuesto. —Los independentistas habían pedido un gesto y eso ha sido un gesto, me parece. —Yo creo que es una calificación sobre la base de la evaluación jurídica de los hechos que ha hecho la Abogacía del Estado en el momento procesal oportuno. —Es decir, que el Gobierno debería hacer aún otro tipo de gestos. ¿Tiene que hacer otra cosa más? —Sobre esto he venido diciendo de forma clara y coherente que no me parece bien mezclar cuestiones presupuestarias con otras que no tienen nada que ver. —Pero es evidente que están mezcladas si el Gobierno quiere depender de esos escaños. Y ha sido el propio Ejecutivo el que ha entrado en ese debate. —Yo no lo veo así. El Gobierno ha sido muy claro a la hora de marcar la separación de ambas cuestiones y de respetar la independencia judicial. —¿Qué plazos tenemos entonces para los Presupuestos? ¿El Gobierno se ha puesto un límite? —Trabajamos con el proyecto de que se presenten los Presupuestos a primeros de diciembre y será entonces cuando se verá qué opciones hay o qué decisiones hay que tomar. —¿Sería muy complicado llevar a cabo los objetivos del Gobierno con unos Presupuestos prorrogados? —Como he señalado, esa es una opción prevista en nuestro ordenamiento jurídico y no sería la primera vez que se utiliza con los ajustes necesarios en el sistema. De momento, ya hay algunas cuestiones en marcha, como la creación de las nuevas figuras tributarias, el impuesto a las transacciones financieras y el impuesto digital sobre las grandes plataformas, que nos parecen elementos importantes para alinear el sistema fiscal con el siglo XXI y eliminar la distorsión que supone que haya diferencias entre las empresas que trabajan en la economía física y las que están en el mundo digital. Esos impuestos ya se están tramitando y en las próximas semanas serán enviados al Parlamento.