ADIF prepara la modernización de la línea del AVE a Madrid
▶ Las actuaciones de obra civil, de 131 millones, se centran en el término de Posadas
El gestor de infraestructuras ferroviarias (ADIF) ha iniciado las operaciones de contratación externa y de derechos expropiatorios para acometer una profunda modernización tecnológica de la línea de alta velocidad más antigua de España, la que une las de ciudades de Sevilla y Madrid con Córdoba como eje de distribución con Málaga y Granada. La infraestructura, que se creó con la protección de las Fuerzas Armadas contra los explosivos del comando Andalucía de ETA, entró en servicio en abril de 1992 con lo que se acerca a los treinta años de vida.
En principio, ADIF baraja un presupuesto general de 131 millones de euros en el concurso abierto para la redacción y ejecución del remozamiento de la vía férrea que revolucionó el transporte por ferrocarril superando los hábitos de la vieja Renfe por una sistema de ancho internacional y alta velocidad que acercaba las ciudades como no se conocía. En principio, las novedades tienen que pasar más por las incorporaciones tecnológicas que por otro tipo de soluciones de obra civil. Sin embargo, el proyecto establece actuaciones concretas que van a tener que obligar a movilizar maquinaria y operarios en el tendido del AVE. El anexo desglosado del tramo entre Córdoba y Sevilla muestra que los municipios donde más se va a actuar es en la parte de conexión entre ambas provincias, el territorio que va entre los términos municipales de Posadas, Carmona y Alcolea del Río, que es donde están previstas las expropiaciones. La propiedad de los terrenos afectados por ocupaciones ya ha recibido la comunicación oficial de los metros cuadrados que se precisan para las obras de infraestructura.
Según el proyecto técnico, están previstas actuaciones relacionadas con la integridad del tránsito de ferrocarriles en la línea entre las dos capitales. En particular, se pretenden mejorar los caminos de acceso a los operarios de mantenimiento que se ocupan de las averías en la línea, se repasará la situación de los taludes (que han dado problemas en el pasado generando cortes de servicio), se trabajará en la estabilización de terraplenes, se repasará la situación de túneles y estructuras y se mejorará el cerramiento general de la vía. El proyecto asegura que la línea de ferrocarril es un elemento vertebrador del territorio de tres comunidades autónomos por lo que es clave localizar y reparar los desperfectos que puedan haberse ocasionado tras casi tres décadas de uso continuado.
Con todo, y según las comunicaciones realizadas por ADIF con motivo de la licitación del contrato, las mayores innovaciones serán de seguridad y de tecnología.
En total, ADIF prevé que las actuaciones se desarrollen en los próximos cuatro años. La principal aportación será la implantación de un nuevo sistema de seguridad y comunicaciones, que recibe el nombre de ERTMS (en inglés, las siglas de Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario) que ya está disponible en buena parte de la red. La línea del AVE entre Sevilla, Córdoba y Madrid sigue utilizando el sistema LZB (siglas alemanas de Influencia Lineal del Tren), que es el procedimiento tecnológico con el que se creó la vía cuando fue desarrollada. Además, el nuevo proyecto prevé un nuevo sistema de control de tráfico o elementos para la detección de caídas de objetos en la vía.
Tecnología
La existencia de este procedimiento tecnológico común tiene que ver con la unificación de la red pero también con los sistemas que se exigen para el desembarco de la actividad liberalizada del ferrocarril. Actualmente, todos los trenes que pasan por la vía de altas prestaciones son propiedad de Renfe. En el futuro, habrá, al menos, tres empresas realizando este tipo de operaciones.
Renfe será una de ellas. Tras un proceso competivo, la compañía pública francesa SCNF pretende empezar a operar con un tren de alta velocidad «low cost». Debería ser la primera empresa en llevar a cabo estas operaciones en 2021. Además, el consorcio Ilsa, formado por Trenitalia y Air Nostrum, deberían comenzar también las operaciones aunque las fechas baradas siempre se han centrado en 2022. La cuestión de la tecnología es clave en el desarrollo de las fechas definitivas en las que estas empresas podrán empezar a competir con el AVE de forma abierta.
Competencia
La seguridad es un factor clave en el desembarco de otras empresas en la alta velocidad