Padres del colegio García Leaníz protestan por la ratio
▶ Impiden el regreso de sus hijos por reducir de cuatro a dos las líneas de 3 y 4 años
Las familias de los alumnos de tres y cuatro años matriculados en el colegio García Leaniz de Moriles están en pie de guerra. Y es que han decidido no llevar a los pequeños a clase hasta que la Delegación de Educación en Córdoba les reciba y atienda sus peticiones. Por este motivo son 51 alumnos los que no asisten a clase desde que el pasado diez de septiembre se volviera al colegio de manera oficial.
Los padres critican que, de manera unilateral, la Junta de Andalucía ha decidido suprimir dos de las cuatro líneas que hasta el año pasado existían en el municipio para atender a los niños de tres y cuatro años. Con este recorte los alumnos, que antes eran atendidos en cuatro clases, ahora lo son en solo dos.
Así las cosas se supera, a su juicio, la ratio de número de escolares que deben permanecer en el interior de las aulas en esta situación de pandemia de coronavirus. En el aula de tres años hay un total de 24 pequeños mientras que en la de cuatro años hay 27.
El colectivo de padres no entiende por qué desde Educación se toma esta medida precisamente este curso escolar cuando más precaución habría que haber tenido por la delicada situación sanitaria que se atraviesa debido al coronavirus.
Sara Jiménez, representante del colectivo de padres, considera que un sólo maestro no puede hacerse cargo de 24 niños de tres años de los que cinco cuentan con alguna necesidad educativa especial y, por ello, requieren una atención más específica. Incluso, apunta, uno de ellos está considerado de riesgo y no puede acudir a clase por la excesiva masificación.
En el caso de los alumnos de cuatro años hay tres con necesidades educativas especiales.
Defensor del Pueblo
De esta manera el centro cuenta con tres profesores menos con los que sí contaba el año pasado.
Los padres no se sienten atendidos por Educación y afirman que nadie les ha recibido. Sólo, indican, «hemos podido hablar por videoconferencia con la delegada de Educación en Córdoba que sólo se basa en que la ley ordena que las cosas se hagan así».
Ante esta postura de la Junta las familias dicen que en medio de una pandemia la salud debe siempre estar por encima de esa legalidad aducida por la delegada. Es más, ni siquiera se niegan a que, en el futuro, si hay que eliminar alguna línea se haga. Lo que no quieren es que de la noche a la mañana y sin haber tenido ningún contacto con la comunidad educativa se cierren dos líneas en plena pandemia.
Los padres han puesto su situación en manos del Defensor del Pueblo para que intente mediar ante Educación. Lo que sí tienen claro es que no llevaran a sus hijos a clase hasta que no haya una respuesta por parte de la Junta.