FILOMENA CON UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO
Esperábamos más de la oficina de márketing ante la nevada
LOS fans del «Gobierno progresista» para todas y todos estamos decepcionados. Han fallado los reflejos marketinianos habituales. Cierto que ha habido comparecencias de Marlaska y Ábalos ataviados de sport. Pero esperábamos mayor aprovechamiento propagandístico de la nevada. Quién sabe, tal vez Filomena pilló a Sánchez, Iglesias y Redondo apalancados viendo el folletín de los Bridgerton, pues durante el temporal se ha perdido una oportunidad de oro para exhibir ante el mundo músculo «social, feminista y ecologista».
En la Hacienda Galapagar es norma sagrada que los fines de semana no se da palo al agua (y los días laborables, tampoco). Pero aun así dábamos por descontado que el Ministerio de Igualdad de Irene tomaría medidas para garantizar «una salida de género» de la nevada. O que su pareja y mentor, el vicepresidente Iglesias, presentaría una versión del «escudo social» para el caso Filomena.
También hemos añorado una aparición estelar del presidente Sánchez, con una puesta en escena que transmitiese sosiego progresista al país en medio de la zozobra meteorológica. Los fontaneros monclovitas no han andado vivos, era bien sencillo: el helicóptero presidencial aterriza en El Retiro, se abre la portezuela y emerge Mi Persona en todo su espigado esplendor, ataviado con gafas de esquiador y un flamante uniforme de gore-tex reciclable, acto seguido, desciende esquiando en eslalon desde la Puerta de Alcalá hasta Cibeles, donde lo aguardan James Rhodes y su piano, y una enfurruñada Greta Thunberg, muy cabreada con la nevada, prueba irrefutable de que el planeta se va a la mierda. Mi Persona, con una pantalla detrás donde reza en letras gigantes «Cumpliendo también en la nevada», presenta solemnemente un nuevo «Plan Filomena», un espectacular y multimillonario programa de inversiones –inexistentes– para superar los daños del temporal y crear una España «más ecológica, social y feminista», donde no vuelva a nevar jamás en Reyes. Además, como también han caído copos en Tarragona, Sánchez anuncia que Cataluña tendrá a partir de ahora tantos quitanieves como el resto de las provincias juntas, las transferencias de los satélites meteorológicos y una base permanente de la UME en la playa de Arrabassada. Por supuesto lo que ha ocurrido en Madrid, Toledo, Aragón y Castellón no es casual. Pagamos la adicción de los Gobiernos del PP a los combustibles fósiles, e incluso aquellos puros contaminantes del viejo Mariano. Detrás de Filomena también podría anidar la garra peluda de la ultraderecha, pues como recordaría la siempre magnífica Carmen Calvo, «la dictadura tenía un himno titulado “Montañas nevadas”». Por último, Iglesias y Echenique deberían haber subido unos enérgicos tuits llamando a «un horizonte republicano», denunciando que no puede ser que mientras «la gente» sufre las nevadas, «el Emérito esté tomando el sol en Abu Dabi».
(PD: Lo asombroso es... que todo lo anterior lo han hecho tal cual en la crisis del Covid).