Atrapados en la calle, el frío y la pobreza
Una treintena de personas sin hogar duerme a la intemperie en la ciudad sin más abrigo que sus cartones y el caldo caliente que le dan los voluntarios
para dar la cena al más de medio centenar de transeúntes que duermen allí. Sus motivaciones para esta labor altruista son una lección de generosidad: «porque me hace feliz», «porque es responsabilidad de todos los que tenemos una vida acomodada», «porque se lo merecen».
Álvarez y Francisco cargan el vehículo, además, con mantas y sacos de dormir porque a ellos les toca la ruta más larga. La primera parada es en los alrededores de la Ciudad de la Justicia. Apostado en la pared de un establecimiento está Nicu, un hombre de 68 años de Rumanía que apenas alcanza a ver pero cuya sonrisa completamente desdentada enternece a cualquiera que se acerque a él, algo que no sucede a menudo. Con ollas, nevera, cajas, bolsas y un carrito de la compra alrededor, el anciano se acurruca como puede y se cubre con plásticos.
Sinhogarismo crónico
«¿Qué hace usted en la calle con el frío que hace?», una pregunta que ni ellos son capaces de contestar pero cuya evidente respuesta implícita tumba de un golpe prejuicios como el de «están ahí porque quieren» y es que «el sinhogarismo está cronificado en personas que llevan años en la calle, que sufren trastornos mentales, adicciones sin tratar y que han perdido toda la esperanza de reintegrarse en la sociedad», explica a ABC Isabel Lozano, psicóloga y responsable del programa de Atención a Personas Sin Hogar de Cruz Roja en Córdoba .
Muchos de ellos han entrado y salido de las soluciones habitacionales con las que cuenta la ciudad, que no son pocas. Pero es que para una persona con deterioro cognitivo tras años en la calle vagando sin rumbo, sin horarios, ni normas más allá de las puras necesidades fisiológicas, sin compañía más que la de su perro; con algún trastorno mental o adicciones sin tratar —o ambas— seguir de golpe y porrazo las normas socialmente establecidas es «complicado, difícil», dice