Vacunación
La velocidad a la que avance la vacunación va a ser el hito más importante que determine el ritmo de la recuperación económica. Y aunque por cómo ha empezado el año pueda no parecerlo, 2021 pinta muy bien. La nuevas cepas del virus, el limitado suministro de vacunas, el lento arranque de los programas de vacunación y la tercera ola han copado las noticias, pero son solo una visión parcial de lo que tenemos por delante.
A las dos vacunas ya aprobadas en Europa es probable que en las próximas semanas se le sumen otras dos. La semana pasada se anunció que AstraZeneca presentaría en los próximos días su vacuna a la autoridades sanitarias europeas por lo que podría aprobarse antes de final de mes. Y es probable que también la de Jansen se presente en las próximas semanas. Por lo que el cuello de botella del suministro de vacunas podría solucionarse en cosa de pocas semanas.
Así las cosas, el proceso de vacunación ya ha comenzado en todo el mundo. Los ritmos son distintos. Israel ha vacunado ya a más del 20% de la población. Y en el otro extremo, Estados Unidos y Europa están todavía arrancando. El retraso es importante aunque en cierta medida justificable.
El ritmo de vacunación se acelerará en las próximas semanas y es probable que se alcancen los objetivos de haber inmunizado entre 15 y 20 millones de personas a finales de junio de este año. En cualquier caso, mucho antes de llegar a los porcentajes que proporcionan inmunidad de grupo, la vacunación de los grupos
La UE dispondrá de más vacunas de riesgo va a contribuir mucho antes a reducir el número de fallecidos y la presión hospitalaria. Israel, al ir claramente por delante, va ser el mejor ejemplo.
Desde el punto de vista económico, no es tanto cuándo se alcanza la inmunidad de grupo sino cuándo el virus deja de ser un problema sanitario y se pueden ir levantando las restricciones. Es probable que una vez más los tiempos de esta crisis nos vuelvan a sorprender en este caso para bien. En cualquier caso, que la atención se centre en el ritmo de vacunación es una muy buena noticia. Servirá para que se aceleren los ritmos de aprobación y suministro, y lógicamente se irán copiando las mejores prácticas entre las distintas regiones. La carrera ahora tiene todo el sentido económico y los ganadores somos todos. En cuanto dejemos atrás estos hielos que nos sirven de recordatorio de nuestra vulnerabilidad, será bueno que volvamos a lo que más importa: la vacunación.