La gestión de Filomena abre nuevas grietas en el fútbol
▶La negativa a aceptar el aplazamiento de partidos desata el enfado de algunos clubes ▶Tebas guarda silencio, pero lamenta las quejas de equipos como Madrid y Getafe
Más allá del aplazamiento de partidos motivado por problemas logísticos en los viajes y no por el estado del césped en los estadios, el paso de la borrasca Filomena ha abierto la caja de truenos en el fútbol por la gestión y las decisiones tomadas durante la crisis meteorológica. En los últimos días, clubes, entrenadores y jugadores han mostrado su malestar por la rigidez e inmovilismo de LaLiga, a la que algunos acusan de falta de mano izquierda, y el presidente del Getafe volvió a insistir ayer en este sentido horas antes de que su equipo disputara en Elche un encuentro que el dirigente había solicitado posponer. «Así no se puede jugar. Algunos futbolistas llegaron casi a las dos de la mañana. Esto no es fútbol, se tenía que haber aplazado», afirmó Ángel Torres al referirse a la odisea vivida por los miembros de su equipo la noche del domingo en el trayecto hacia el hotel en el que fueron obligados a concentrarse para viajar ayer y poder jugar en el Martínez Valero. Un desplazamiento que el mandatario intentó evitar hasta última hora.
La histórica nevada que comenzó a caer el pasado viernes en el centro peninsular forzó a LaLiga a trasladar de fecha partidos de Primera y Segunda división programados para este fin de semana, entre ellos el Elche-Getafe, fijado para el domingo y retrasado al lunes (ayer) posteriormente. Ante la fuerza de la borrasca y la imposibilidad de viajar al estar los jugadores bloqueados en sus casas, Torres pidió el domingo públicamente aplazar el encuentro al martes o el miércoles. «Estoy muy enfadado con LaLiga, exijo que Tebas busque una solución lo antes posible. Llevamos desde el viernes encerrados sin poder entrenar. Muchos futbolistas no pueden ni salir del garaje, no nos pueden obligar a jugar el lunes». Su petición no tuvo éxito y la solución que pedía a Tebas fue calificada ayer como surrealista por la entidad madrileña.
Forzada por un calendario comprimido al límite y para evitar un aplazamiento, LaLiga decidió enviar varios coches para recoger en sus domicilios a la plantilla del Getafe, pero algunos
Presidente del Getafe «Así no se puede jugar, varios futbolistas llegaron al hotel de concentración a las dos de la mañana»
Una jornada incierta
El Fuenlabrada salió tarde de Barajas y su partido en Gijón comenzó ayer con hora y media de retraso
jugadores como Portillo, Djené, Cabaco y Olivera acabaron empujando los vehículos al quedar atrapados entre la nieve. En la víspera de un partido, varios futbolistas no se presentaron en el hotel de concentración junto al aeropuerto de Barajas hasta pasada la medianoche. «Cumplo órdenes, pero no es muy normal llegar a una concentración a esta hora», lamentó el técnico Bordalás. Ayer, los madrileños se enfrentaron al Elche solo seis horas después de aterrizar en Alicante y sin poder entrenarse
que el duelo ante los gijoneses, fijado para las siete de la tarde, se tuvo que retrasar una hora y media.
En el debate sobre el aplazamiento de partidos por la fuerza de Filomena, algunas declaraciones han resultado precipitadas y algunos han quedado señalados. «Soy partidario del aplazamiento del partido, me parece mucho riesgo la manera como se va a viajar y también el estado del campo, que va a estar nevado. Me parece irresponsable exigir jugar un partido así», denunció Manuel Pellegrini el domingo en la previa del duelo ante el Huesca. El partido estaba fijado inicialmente para el lunes y el Betis, que viajó sin incidencias, no se encontró nada de nieve en El Alcoraz.
El único partido suspendido finalmente por Filomena fue el AtléticoAthletic, que apunta ahora al mes de marzo debido a un calendario que no da tregua. Los madrileños reciben hoy al Sevilla en encuentro aplazado correspondiente a la primera jornada y Simeone y Lopetegui no se pusieron de acuerdo sobre los efectos que puede tener que los madrileños no jugaran el sábado. «El Sevilla viene de competir, con un ritmo de juego muy bueno», declaró ayer Simeone, que se encontró con el lamento del técnico andaluz: «El Atlético llega con una semana de descanso y nosotros con tres días». Nunca nieve a gusto de todos.
Hoy, avanzado ya enero y con 18 fechas ya consumidas por algunos equipos, usted podrá disfrutar de un encuentro de la jornada 1 de esta Liga –un partidazo como el Atlético-Sevilla– poco después de otro de la jornada 4 –queda pendiente el Granada-Osasuna–, cosas de un calendario que ya nació torcido y al que el temporal ha acabado por descuajaringar del todo. Mañana, a la hora de la cena, juegan Real Sociedad y Barcelona, pero eso, no vaya a liarse, es Supercopa de España, la primera semifinal de un torneo que iba a recoger una lluvia de millones en Arabia Saudí y que se conforma, es lo que hay, con celebrarse en Andalucía. El fin de semana hay Copa del Rey y también la final de la mencionada Supercopa, el colofón a una semana de parches y de equilibrios para salvar una temporada estrambótica y complicadísima de seguir.
Hay que agradecer, y no hay ironía ni sarcasmo en el comentario, todos los esfuerzos que se llevan a cabo por parte de las instituciones para que se juegue a la pelota en este deprimente escenario –quizá algún esfuerzo de más forzando la máquina hasta límites desconocidos, como ha pasado con Filomena–, pero el fútbol corre el riesgo de perder su esencia, que no es otra que la pasión del aficionado. Ya se torció la cosa cuando se rompió el horario unificado, aquellas estupendas tardes de transistor con gol en Las Gaunas y penalti en El Plantío, y ahora cuesta que los superiores se crean a la sección de Deportes cuando se vende, día sí y día también, que hay partido. A ver, ¿hoy quién juega? Y siempre hay una respuesta, siempre.
Es verdad que el coronavirus ha condicionado todo, pero igual de cierto es que se percibe un desencanto generalizado con el fútbol, seguramente agudizado porque con la pandemia casi no apetece nada más allá de arrasar la nevera. Se mezcla, a ese calendario indescifrable, la falta de público en los campos, los horarios, la polémica interminable con el VAR y hasta el propio espectáculo, imposible de mantener un listón muy alto con partidos tan seguidos. Lo dicho, hoy hay Liga.
CLASIFICACIÓN
CLASIFICACIÓN