Tres fallos condenatorios sin prisión
El historial de Guisado en los juzgados, amén de este último fallo, se remonta a 2004 cuando fue a juicio por presunta prevaricación al haber comprado material informático en 1997 a la cooperativa que presidía su hijo. Quedó absuelto. En octubre de 2013, la Audiencia Provincial de Córdoba le condenó a dos años de prisión por malversación de fondos públicos. El tribunal inhabilitó al exalcalde colono seis años por prevaricación e impuso penas de cárcel a la exedil de Hacienda y al anterior secretario, ahora también condenado por la Audiencia, por falsedad a tres meses de suspensión de empleo. Apenas un mes más tarde, el alcalde de la localidad colona volvía a sentarse en el banquillo por delito de falsedad.
En este caso, la Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba condenaba a Guisado a tres años de cárcel al considerarlo autor de un delito de falsedad en documento público. Su exsecretario municipal, Carmelo Tubío, también fue condenado a otros tres años de cárcel por ser responsable del mismo delito. Sin embargo, el Tribunal Supremo un año más tarde rebajó de tres años de cárcel a seis meses la condena impuesta al exalcalde de la colonia y al exsecretario-interventor por la supuesta comisión de un delito de falsedad, en relación al nombramiento del segundo como recaudador pese a resultar incompatible. Guisado había convertido la caja de Tesorería en su hucha durante más de quince años. Habían pasado entonces nueve desde que saliera a la luz el descontrol financiero. La sentencia entonces (2013) ya recogía que ambos eran autores de acciones «gravemente ilegales».