¿SON UNA ESTAFA?
Montero dice que por culpa de la UE) y además tenemos otras cargas e impuestos que lo gravan. Si es una estafa, ¿quiere eso decir que es el Gobierno quien la perpetra? ¿O es solo la parte de su coste y el beneficio de las empresas quien lo provoca?
El control y la gestión del sistema eléctrico es muy complicado por varias razones. La primera es que todas las fuentes de energía tienen sus ventajas y sus pegas. La nuclear da miedo, el carbón, el fuel y el gasóleo contaminan, la hidráulica inunda valles y anega pastos y pueblos, mientras que el resto de las queridas renovables –tanto la eólica como la fotovoltaica–, se rinden y desfallecen cuando aparecen los temidos anticiclones del invierno que provocan el desplome de los termómetros y la ausencia de viento, en días con muy escasas horas de sol . No se olviden de añadir el coste del CO2 que hemos decidido imponer para limpiar el medio ambiente.
La segunda es que la demanda oscila con brusquedad en función de la climatología, las horas del día, la producción industrial, etc., en un producto que, en las cantidades en que se consume, no hay posibilidad de almacenar. Por eso, en un momento como este, con un consumo desbocado y varias fuentes de generación atascadas, ha sido necesario arrancar tres centrales de carbón, mantener a tope la nuclear y la hidráulica y acudir masivamente al gas, un combustible que debido a la gran demanda mundial y a nuestras graves carencias de infraestructuras de abastecimiento pagamos a precio de oro. En la actualidad, a 53 euros/MWh frente a los, por ejemplo, 28 euros/MWh en Francia.
No es sencillo establecer un marco legal que de al sector una estabilidad duradera, al garantizar la recuperación del enorme volumen de inversiones que requiere. ¿La prueba? Todos los gobiernos lo han intentado y ahí seguimos... Pero tranquilos, seguro que lo arregla Echenique, ahora que manda él. Esa mente...