DEMAGOGIA BARATA CON LA LUZ
Sánchez no baja los impuestos a la electricidad porque son una máquina de recaudar. Punto
E Nsu repaso al ejercicio 2020 el pasado 29 de diciembre, Pedro Sánchez afirmaba con absoluta convicción programática y programada que el Gobierno de coalición era fuerte. ¡Ay lo que le gusta al presidente el calificativo! ¡Tan fuerte como lo está el país a día de hoy desde que el 25 de mayo del año pasado dijera, con una pasmosa tranquilidad y caradurismo, que habíamos salido más «idem» de la primera y única ola de pandemia por la que íbamos a pasar no ya España, si no el mundo entero! No sé si es más demagogo y populista él que sus compis de Gobierno.
El «presi» exponía con espontaneidad impostada –no lo olviden, el informe de rendición de cuentas fue elaborado por Iván Redondo, coloquialmente conocido ya como el «Godoy» de «Moncloa-Aravaca»– el balance del primer año de su Ejecutivo de coalición. Destacaba que, desde la investidura –el 7 de enero de 2020–, el Gobierno ha asumido 1.238 compromisos, de los cuales se han cumplido algo más del 23%, y se prevé que el próximo semestre se llegue al 32,6%, aunque si sumaba los compromisos en los que ya se está trabajando, se habrían activado el 90,9% del total. Muy de color rosa me parece a mí. Bueno pues... no. Porque con todo y con eso, durante 2021 deberá resolver algunas batallas económicas que se antojan complicadas dado el populismo demagógico –este sí, de manual– con el que debe lidiar en el seno de su Ejecutivo. Rencillas que les vienen separando secuencialmente por la derogación de la reforma laboral, el salario mínimo, el ingreso mínimo vital, pensiones, alquileres y... por la subida de la luz, intensificada más si cabe estos días por Filomena.
Y ¿qué esconde el populismo en su demagogia sobre el tema de la luz? Que el mayor beneficiado de su subida es el Estado. La tarifa eléctrica en España es más de un 60% impuestos y cargas decididas por el gobierno, que incluye subvenciones. Por eso se hizo desde el Comité de Expertos creado por el Gobierno Rajoy una propuesta para repartir las cargas entre todos los sectores energéticos. En la tarifa los consumidores pagamos un impuesto eléctrico que es un 4,8% de la potencia contratada más la energía consumida y multiplicado por 1,050. La tarifa tiene además un 21% de IVA que Sánchez se niega a bajar. Dice que lo impide Bruselas, cuando en Alemania es de un 19%, en Italia un 10%, Portugal un 6% y Francia un 5,5%. Otro cuento como el del IVA de las mascarillas. En una tarifa donde 27 de cada 100 euros son impuestos, este Gobierno puede reducir la carga de los ciudadanos cuando lo desee. ¿Entonces? Sánchez no baja los impuestos a la electricidad porque la tarifa eléctrica es una máquina de recaudar. Y ese es el baremo que hará entender a sus populistas compañeros. ¿Y los ciudadanos? Más cautivos si se puede con tanta demagogia barata.