ABC (Córdoba)

Un museo de arte contemporá­neo junto a los caballos

▶ El alcalde fija los contenidos de la planta alta del pabellón norte

- RAFAEL AGUILAR

El alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), defendió en la mañana de ayer que la sala de Caballeriz­as Reales que se encuentra en la parte superior de la caballeriz­a principal se dedique a «una sala expositiva para el arte contemporá­neo».

El regidor ha insistido en que «el uso principal de Caballeriz­as será el Centro Internacio­nal del Caballo», y dejó claro que

«los miles de metros cuadrados del edificio van a estar al servicio del mundo equino y que en ellos tendrán cabida el espectácul­o de ‘Pasión y duende del caballo español’ que desarrolla Córdoba Ecuestre y que es un orgullo para la ciudad».

Bellido añadio que «de toda esa ógran parcela urbanístic­a se va a reservar un espacio para un museo de arte contemporá­neo. Hay ejemplos de éxito de este tipo en Málaga, que es nuestra referencia».

El regidor insistió en que «el proyecto del Centro Internacio­nal del Caballo, liderado por Córdoba Ecuestre, ya contemplab­a en la sala que cito un espacio de exposicion­es. Lo que nosotros vamos a hacer nosotros es dotar de contenido a esa idea».

Bellido realizó estas declaracio­nes después de que un grupo de personas ligadas al mundo del caballo de Córdoba haya firmado un manifiesto en el que se oponen al uso museístico en una estancia de Caballeriz­as Reales.

«Creo que un esfuerzo millonario merece propuestas de altura y no hay que buscar falsos dilemas entre el Centro Internacio­nal del Caballo y el arte contemporá­neo. Hay que tener altura de miras», recalcó el máximo responsabl­e del equipo de gobierno del Ayuntamien­to de Córdoba.

En su intervenci­ón ante los periodista­s en la inauguraci­ón de una exposición de arte contemporá­neo en Vimcorsa, el regidor precisó que «lo importante en este asunto es que mañana jueves se va a producir una reunión que va a ser el punto de partida definitivo para iniciar el proceso de expropiaci­ón de Caballeriz­as, y en la que esperamos que Defensa acepte el escrito que le hemos presentado para iniciar el expediente y que se produzca la desafecció­n del bien, con lo que el Ayuntamien­to pueda disponer del edificio». «Córdoba lleva décadas queriendo que Caballeriz­as sea patrimonio suyo». dijo. escasísima capacidad de movilizaci­ón como consecuenc­ia de una parte relevante: nadie sabe cómo se va a pagar. Córdoba Ecuestre sostiene que ha realizado un trabajo relevante manteniend­o las Caballeriz­as abiertas aunque su gestión no ha estado exenta de problemas. Desde el famoso cobro de entradas hasta la creación de un local de hostelería sin permiso de obras en un monumento que lleva protegido desde los años 20 del pasado siglo.

El actual alcalde, José María Bellido, es partidario de mantener a Córdoba Ecuestre donde está —cosa que tiene que ver la Intervenci­ón municipal— pero ya ha dado pasos para que no sea la única gestora de la propiedad. Ha negociado un acuerdo con una entidad cultural para el desarrollo de un museo en la planta alta del pabellón norte, que es lo que ha generado la penúltima polémica.

Se trata de un espacio que, en estos momentos, está vacío pero que es oro molido. Espacioso, céntrico, con una enorme capacidad de adaptación a cambio de relativame­nte poco dinero. Se rehabilitó de forma parcial aunque crear un centro cultural obliga a mantener el proceso de reformas. Un ejemplo: el suelo de la sala es de hormigón, no dispone de unas instalacio­nes adecuadas y no hay forma de que personas en silla de ruedas lleguen a la primera planta.

La adquisició­n final

La adquisició­n plena de Caballeriz­as debería ser el aldabonazo definitivo. Las trazas existen. El proyecto debería pasar, según los documentos, por desmontar (o sea, destruir) el jardín alto del Alcázar —junto a la actual entrada— para crear una nueva entrada por el pabellón Este del antiguo Depósito de Sementales. Allí debería disponerse de los accesos a los usos culturales y representa­tivos del complejo creando cuestiones tan simples como un ascensor. Pero eso solo es el principio. La filosofía existente es la de crear una unidad entre los jardines del Alcázar y la Huerta de Caballeriz­as demoliendo las actuales separacion­es y generando nuevos usos. Dándole la vida que ahora mismo no tiene.

Hasta en esa nueva realidad puede haber problemas. El sector ecuestre ha soñado siempre con una colonizaci­ón de la huerta de Caballeriz­as con instalacio­nes que permitan un uso habitual como graderíos. El asunto suele topar con los criterios de Urbanismo y la Consejería de Cultura que no quiere oír hablar de tocar el subsuelo de la propiedad. Se trata de un lugar de potentes restos arqueológi­cos a centímetro­s de la superficie. La salida que se ha desarrolla­do hasta este momento es la de reciclar edificacio­nes existentes.

La creación de una ordenación cierta para todo el complejo ha dejado de ser aconsejabl­e a expresamen­te obligatori­a. Sobre todo, si se le aplican los criterios que se le exigen, por ejemplo, a la Mezquita-Catedral, cuya intensidad de conservaci­ón —hay obras incluso estando cerrada— no permite comparació­n alguna.

Hoy se presenta a Defensa el documento para iniciar el proceso de expropiaci­ón del monumento

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