Rolls-Royce y su coche «Firnás»
abren hacia los bordes simulando dos alas. «Es un puente atrevido, esbelto», resume Manzanares, que también quiso con su obra hacerle un homenaje a su gremio.
«Como ingeniero me quejo de que estamos poco reconocidos, a diferencia de los arquitectos o de los científicos, y de que a veces la gente nos ve como mecánicos cualificados solamente. Con el puente de Ibn Firnás hay un reconocimiento al ingeniero de la corte», indica quien firmó el Puente del Cachorro para la Expo 92 de Sevilla, el de la Granadilla en Tenerife (le ganó un concurso a Calatrava), y el del dragón de Alcalá de Guadaira. Manzanares es el autor, además, de un paso fluvial que está cerca de empezar a construirse en Riad.
Concebido para ayudar a la descarga del tráfico pesado en el sistema viario de la capital, la pasarela de Ibn Firnás ha vivido sus primeros diez años
Panorámica del puente Ibn Firnás sobre el Guadalquivir por el azud de Casillas
Obras de alzado y construcción del puente
Dos años después de que Córdoba estrenara el puente de Ibn Firnás, la exclusiva firma automovilística RollsRoyce tomó su nombre y su imagen para fabricar un modelo de coche destinado al mercado de las grandes fortunas del mundo árabe. Así, la compañía comercializa el modelo «Firnas Motif Edition» de su clásico y emblemático Ghost, una berlina de lujo que en su versión más barata no baja de los 310.000 euros.
Su color exterior es blanco en los laterales y tiene un tono azulado para la parte central del morro y el maletero, además de en todo el techo. Ideado por el diseñador automovilístico Khadim Al Helli, que pertenece a Abu Dhabi Motors, el modelo cuenta con remates en su interior (ver la imagen anexa a estas líneas), tanto en el salpicadero como en la tapicería, que reproducen el paso fluvial de Córdoba ideado por el ingeniero sevillano, que asegura que la casa Rolls-Royce nunca se puso en contacto con él. El distintivo del morro del coche está personalizado en alusión al sabio del Califato. de vida con menos protagonismo en la ciudad del que estaba llamado a ocupar. Curioso fue el robo de cableado en los primeros días de estreno que lo dejó sin luz durante unas semanas.
El cierre pendiente de las conexiones de la Variante Oeste (el tramo que enlazaría con la A-431 a Palma del Río) en la que se inserta y la zarpa del vandalismo le han restado lucimiento. Además, ha tenido que vérselas con las crecidas del río Guadalquivir, que llegaron incluso a esconder por el alto nivel del cauce el tablero por el que circula el tráfico en aquel fatídico febrero de 2010 que anegó gran parte del curso por el casco urbano de la ciudad.
Manzanares acepta con resignación que su obra mayor en Córdoba —tiene otras, pero de tipo hidraúlico, como la mejora del regadío del GenilCabra en la Campiña Sur— haya estado en el punto de mira de los desaprensivos. «Los puentes son víctimas con frecuencia de este tipode agresiones: están en solitario, cuesta dinero mantenerlos. Un puente se presta mucho a ser vandalizado: es una carga que tenemos que soportar», concluye el ideador de la teoría de la «estructura épica» que ha logrado meter en el imaginario colectivo de los cordobeses al voluntarioso y valiente aviador del califa.