El Colegio de Médicos de Madrid pide a Ayuso que no aplique la eutanasia
▶ Denuncia que «la sociedad puede ser confundida pero los sanitarios no»
Los colegios de farmacéuticos, odontólogos y médicos de Madrid denunciaron ayer «la indefensión para los profesionales sanitarios» y «el riesgo para la población» que supone la ley de eutanasia, que se tramita actualmente en el Senado. Por ello, pidieron su retirada y la puesta en marcha, en su lugar, de una Ley General de Cuidados Paliativos. En el caso de que no se produzca dicha retirada, tanto el Colegio de Farmacéuticos (COFM) como el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem) advierten de que «se reservarán el derecho de solicitar a la Comunidad de Madrid la no aplicación de una ley injusta que va contra la ética y la deontología».
A través de un comunicado, estas tres asociaciones sanitarias se suman al rechazo del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) a la regulación del nuevo «derecho a morir». El pasado mes de diciembre el Cgcom recordó al Gobierno que «el médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este», tal y como reza su código deontológico.
En su nota, tanto el Colegio de Farmacéuticos como de Odontólogos y Médicos de Madrid manifiestan su «grave preocupación» ante la regulación de la eutanasia, una práctica, que, según recuerdan, está «prohibida en toda Europa con la excepción del Benelux».
«La sociedad puede ser confundida mediante una intensa presión desde los medios, pero las profesiones sanitarias no. Conocemos la gravedad de las acciones que conlleva, a nivel personal e institucional, y la pendiente deslizante hacia la eliminación o corrupción del derecho a la vida que implica», denuncian.
Según señalan, la demanda de eutanasia es «mínima o nula cuando el paciente es atendido por un equipo de profesionales experto». Por ello, lamentan que «en vez de potenciar unos cuidados paliativos infradesarrollados, la única alternativa que propone esta ley a pacientes con enfermedades avanzadas es matarlos». Además, consideran «particularmente grave el engaño que nace con la ley de considerar la muerte provocada por eutanasia como muerte natural», algo que tachan de «injustificable».
«Sin diálogo alguno»
En medio de la pandemia, que se ha cobrado la vida de más de 52.500 personas (según los datos oficiales) y en la que muchos profesionales sanitarios también han enfermado o incluso muerto, tanto médicos como odontólogos y farmacéuticos tildan de «muy inoportuna» la tramitación de esta ley. «Es incomprensible que, en ausencia de demanda social, la ley se tramite de forma acelerada por decreto, sin diálogo alguno con las profesiones sanitarias y contra el criterio del Comité de Bioética, máximo órgano asesor del Gobierno en este tema», recuerdan.
El Comité de Bioética (CBE) concluyó el pasado mes de octubre que «existen sólidas razones sanitarias, éticas, legales, económicas y sociales para rechazar la transformación de la eutanasia en un derecho subjetivo y en una prestación pública».