Una montaña rusa en la primera vuelta
▶ El Córdoba llega por debajo de las expectativas, pero ilusionado por la mejoría con Alfaro en uno de los subgrupos con más desigualdad
El Córdoba ha tenido dientes de sierra en la primera vuelta de la liga en el Subgrupo B del Grupo IV de Segunda B. Una montaña rusa con un buen inicio, un valle profundo que le costó el puesto a Juan Sabas y una recuperación en marcha con la llegada de Pablo Alfaro para ilusionar al cordobesismo con un futuro mejor. Para ello, el equipo blanquiverde tiene la obligación de mejorar sus registros en la segunda vuelta de la competición tras alcanzar el ecuador de la liga por debajo de las expectativas.
Nadie duda que el objetivo exclusivo del Córdoba CF es el ascenso a Segunda. Que su meta en la primera fase no era otra que acabar líder en el subgrupo, o al menos en una cerrada lucha con el UCAM por el primer puesto, y con el máximo número de puntos posibles, ya que las cifras se arrastran para la segunda fase, en la que ya lucharía de lleno por entrar en el play off de ascenso a la división de plata. No ha conseguido ninguna de las dos misiones.
El balance de la primera vuelta ha sido insuficiente. Sin embargo, las sensaciones con las que acaba la primera mitad de la primera fase invitan al optimismo. El equipo dio un vuelco total a su dinámica con la llegada de Alfaro al banquillo. Ahora, la responsabilidad del grupo es mejorar notablemente los registros de la primera vuelta en todos los aspectos.
Comparativa Segunda B
En la comparativa del subgrupo del Córdoba CF con los demás grupos de Segunda B también hay sorpresa. Podría justificarse la baja puntuación del conjunto blanquiverde, lastrado por las cuatro jornadas consecutivas sin ganar que provocaron la destitución de Juan Sabas, por la igualdad del subgrupo y el mayor nivel de los rivales.
Sin embargo, la exploración con el resto de los diez subgrupos evidencian que hay más brecha en el Subgrupo B del Grupo IV de Segunda B entre los mejores y los peores equipos del mismo que en el resto, salvo en un caso. El hueco entre el tercer clasificado, que marca el límite de los equipos que se garantizarán la Segunda B Pro y lucharán en la segunda fase por entrar en el play off, y el séptimo, que abre la línea de los equipos que pelearán por no bajar a Tercera, es de los más amplios. Algo inesperado.
Curiosamente, el Córdoba CF es ahora mismo el tercero, que le clasifica para la segunda fase en la lucha por la promoción y le garantiza la nueva Segunda B Pro. Tiene 15 puntos. Le separan seis puntos del séptimo, El Ejido 2012, que abre los puestos para luchar por no bajar a Tercera. Es la brecha más amplia de todos los subgrupos, a excepción del Subgrupo B del Grupo III, donde la distancia entre el Alcoyano (tercero) y el Peña Deportiva (séptimo) es de siete puntos. Por tanto, la conclusión es que se trata de uno de los grupos más desiguales entre los de arriba y los de abajo, lo que debería favorecer una alta puntuación de los mejores.
Hay datos para la esperanza también en la comparativa de la Segunda
B. Especialmente desde la llegada de Pablo Alfaro. El Córdoba es el tercer clasificado con una de las mejores puntaciones y coeficientes de puntos de los diez subgrupos. La mayoría de los terceros no tienen los 15 puntos que acumula el equipo blanquiverde. Sólo lo superan la Real Sociedad B, con 17 puntos, y el Hospitalet, con 16, pero ambos están en grupos con 11 equipos y han jugado un partido más que los cordobesistas.
En datos, el Córdoba CF llega al final de la primera vuelta de la primera fase después de nueve jornadas de liga en las que consiguió apenas 15 puntos de los 27 en juego. A duras penas llegó a sumar la mitad del botín en juego, un lastre que nadie imaginaba a principio del curso cuando el equipo saltó a competir con «un presupuesto de nueve millones de euros», posiblemente el más alto de la categoría junto al Deportivo de la Coruña, y con «la mejor plantilla de Segunda B», según varios de sus dirigentes.
El Córdoba consiguió sus 15 puntos con un balance de cuatro victorias, tres empates y dos derrotas. Es decir, tropezó (cinco veces) más que ganó (cuatro). Los triunfos llegaron frente al Lorca Deportiva y Yeclano en la primera y la segunda jornada, y las restantes victorias le llegaron tras el relevo en el banquillo con las alegrías seguidas frente al Real Murcia y El Ejido 2012 en la séptima y octava fecha del torneo. Los empates los selló contra UCAM, Recreativo Granada y Betis Deportivo. Perdió de forma seguida con el Sevilla Atlético y el Linares en el quinto y sexto partido para acabar con la etapa de Juan Sabas.
En el plano ofensivo, el Córdoba sumó 11 goles, lo que le sitúa por debajo de las cifras esperadas. Es el cuarto goleador del subgrupo, lejos del potencial deseado en números. La mejoría ha sido notable a nivel defensivo. El balance de la primera vuelta le deja con seis goles encajados, pero lleva más de cinco partidos completos sin recibir dianas. De hecho, con 474 minutos sin encajar está en la octava mejor racha de su historia. Aquí ha estado por encima de las expectativas. Un punto para el optimismo. La montaña rusa de la primera vuelta llega a su fin con mejores sensaciones, tras la llegada de Alfaro, que cifras.