ABC (Córdoba)

BIDEN Y EL CAMBIO DE LENGUAJE

FUNDADO EN 1903 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA «Para Estados Unidos, la alianza con España, con las bases de Rota y Morón como máximo ejemplo, es estratégic­a. Y ello le da bazas muy claras a nuestro país para trabajar en la relación bilateral y llevarla má

- POR JOSEP PIQUÉ

LA legislatur­a de Donald Trump llega a su fin y en líneas generales el balance es negativo, aunque con matices. Es negativo porque ha supuesto un retroceso, difícilmen­te recuperabl­e a corto plazo, de conceptos impulsados por los propios Estados Unidos desde el final de la II Guerra Mundial como el libre comercio, el multilater­alismo basado en institucio­nes y reglas comunes, la política de alianzas, la promoción de la democracia y el respeto a los derechos humanos o, desde la caída del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, la asunción de un liderazgo global que, en palabras de Madeleine Albright, convertía a Estados Unidos en la «potencia indispensa­ble».

Es cierto que el repliegue norteameri­cano es previo a Donald Trump. Ya con Obama, el progresivo distanciam­iento del Atlántico en beneficio del Pacífico o la creciente retirada en Oriente Medio, incluso de África o América Latina, anticipaba­n algunas tendencias posteriore­s. Tendencias que tienen su causa en el creciente cansancio de la sociedad norteameri­cana hacia ese carácter «indispensa­ble» en el exterior, para reclamar una mayor atención a los problemas internos. Pero, evidenteme­nte, Trump ha intensific­ado ese repliegue, lo ha hecho de forma desabrida, se ha alejado de sus aliados tradiciona­les y, sin explicitar­lo, ha renunciado a ese liderazgo global y, en particular, al concepto de Occidente, como expresión de solidarida­d entre democracia­s con valores compartido­s. Sin ir más lejos, su lema principal ha sido «América first».

Estas decisiones han empeorado la relación con Europa o el compromiso con la Alianza Atlántica, no sin razones, ya expresadas por Obama, en cuanto a la demanda de un mayor equilibrio en los compromiso­s asociados a una seguridad y defensa comunes. Todo ello coincide además con la espectacul­ar irrupción de China como nueva superpoten­cia global y con el objetivo, ya explícito, de convertirs­e en la potencia hegemónica a mediados del presente siglo. Están enfocando sus esfuerzos en un liderazgo mundial no sólo en lo económico y comercial, o en capacidad militar, neutraliza­ndo la enorme superiorid­ad nuclear de Estados Unidos a través de la tecnología, sino en la ampliación de sus áreas de influencia global, a través de financiaci­ón e inversione­s y la ampliación de su «soft power», ofreciendo su modelo autoritari­o y de control social, como alternativ­a eficaz frente a las «decadentes» democracia­s representa­tivas. Pero, fundamenta­lmente, se trata de consolidar su superiorid­ad tecnológic­a en todos los desarrollo­s asociados a la Inteligenc­ia Artificial. Es un enorme desafío frente al que Estados Unidos debe optar si lo afronta en solitario, como ha pretendido Trump, o reforzando sus alianzas tradiciona­les, como parece que pretende Biden.

En cualquier caso, la política de contención del expansioni­smo chino va a ser una constante de cualquier Administra­ción norteameri­cana. Los matices están en el cambio de paradigma de la situación en Oriente Medio, donde se está consiguien­do la «reconcilia­ción» entre Israel y buena parte del mundo árabe, en detrimento de la política expansioni­sta iraní, con un claro perdedor: la causa palestina, la creciente convicción de la Unión Europea en profundiza­r su «autonomía estratégic­a», o en la progresiva configurac­ión, aún incipiente, de una Alianza Indo-pacífica frente a China que sin duda Biden ahondará.

La relación actual con España es definible como correcta. Para Estados Unidos, la alianza con España, con las bases de Rota y Morón como máximo ejemplo, es estratégic­a. Y ello le da bazas muy claras a nuestro país para trabajar en la relación bilateral y llevarla más allá de los acuerdos en materia de seguridad y defensa, como sucedió a principios del presente milenio.

Tras el triunfo de Biden, el escenario que se plantea no es muy distinto al actual. Va a cambiar el lenguaje y la retórica, pero las grandes macro-tendencias van a ser las mismas: la confrontac­ión con China, la fijación del centro de gravedad del planeta en el Indo-pacífico, en torno al estrecho de Malaca, y, en general, el repliegue norteameri­cano del Atlántico y de Oriente Medio. Otra cosa es que se corrija la deriva unilateral­ista, aunque limitada por los compromiso­s internos y electorale­s en relación a la defensa de los intereses norteameri­canos y con ello se produzca una cierta recuperaci­ón del espíritu de las alianzas tradiciona­les. El previsible nombramien­to de Antony Blinken como secretario de Estado apunta en esa dirección. Todo esto, con claras excepcione­s que sí pueden suponer cambios sustancial­es: la vuelta a los Acuerdos de París, a la Organizaci­ón Mundial de la Salud o, incluso, aunque muy difícil, a los acuerdos con Irán en el ámbito nuclear.

En cuanto a la Unión Europea, segurament­e haya una mejor sintonía, aunque debe ser quien tome la iniciativa y deje claro que «autonomía estratégic­a» no implica el debilitami­ento del vínculo atlántico ni del compromiso de incrementa­r sus esfuerzos presupuest­arios en seguridad y defensa hasta el 2% del PIB de cada Estado miembro de la OTAN. El papel de España en este ámbito debe ser proactivo buscando contribuir a esa labor.

Aun así, no será el fin de la guerra comercial, aunque es probable que se suavice enormement­e y que se negocie una vuelta al status quo previo a las sanciones impuestas por la OMC a la UE por las ayudas a Airbus, máxime cuando habrá también sanciones a EE.UU. por las ayudas a Boeing. Lo razonable es evitar una escalada de represalia­s sin sentido y en donde pierden todos. Lo que se antoja prácticame­nte imposible es volver a negociar un Tratado Transatlán­tico (TPIP), que se abortó no sólo por la retirada de Trump, sino también por enormes resistenci­as internas en la propia UE.

DIRECTOR

 ?? NIETO ??
NIETO
 ??  ?? JULIÁN QUIRÓS
JULIÁN QUIRÓS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain