El PSC maniobra y propone las elecciones para el 21 de marzo
▶ Los socialistas ven el aplazamiento un «fraude» pero intentan minimizar los daños
El PSC propondrá mañana a los partidos llevar los comicios previstos para el 14 de febrero al 21 de marzo, una fecha que alejaría las elecciones del previsto pico de la pandemia que se espera para el próximo mes, pero no tanto como el 30 de mayo, que es la opción que ahora hay encima de la mesa como posible alternativa. Según confimaron fuentes socialistas a ABC, el partido que presenta al ministro Salvador Illa como candidato aboga por lo que creen que podría ser una fecha de consenso, más teniendo en cuenta, apuntan, que con tanto margen las condiciones epidemiológicas pueden volverse a complicar en mayo. Así lo decidió la dirección de los socialistas catalanes, reunidos la tarde de ayer, y lo propondrán hoy en la decisiva reunión de partidos que se hará en el Parlament. Por ahora, solo el PSC y VOX han abogado abiertamente por no alterar el calendario.
En el entorno de la candidatura socialista consideran que la pretensión de llevar los comicios a mayo, o incluso más allá, vendría a ser un «fraude» que lo que en realidad pretende es arruinar lo que se ha definido como «efecto Illa», esto es, el impacto positivo, constatado en las encuestas, del sorpresivo recambio del hasta diciembre candidato Miquel Iceta por el ministro de Sanidad. En cualquier caso, apuntan en el PSC, los comicios deberían celebrarse antes de Semana Santa. Los socialistas justifican su movimiento pero limitado a marzo para no prolongar la interinidad: «Cataluña necesita un Gobierno».
La iniciativa del PSC se produce en plena ofensiva del Gobierno de España, que, en ayuda del socialismo catalán, cuestiona la posibilidad de suspender los comicios del 14-F. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, recordó por la mañana en una entrevista que «la suspensión de un trámite electoral de este calibre no está contemplada» en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg). Una afirmación que no es novedad, y, por lo tanto, sobre la que el Ejecutivo, sabedor de que existe el precedente de los comicios autonómicos en el País Vasco y en Galicia, argumentó su posición en base a proteger el sistema. «Estamos hablando de democracia, de Estado de Derecho y derechos fundamentales. Por lo tanto, cuidado con lo que estamos jugando», dijo Campo.
En la misma línea, el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, planteó que estos movimientos, en su opinión, «acaban afectando a la limpieza de los procesos electorales» y que hay que garantizar que todos los partidos políticos tengan las mismas oportunidades, señaló, en referencia a que el aplazamiento haría que las normas «quedaran a criterio de un gobierno».
«Discutible»
En privado, sin embargo, el Gobierno se muestra más cauto. Reconocen que este es un tema «jurídicamente complicado» y «discutible». Fuentes gubernamentales consideran que «no cabe suspender elecciones ya convocadas». Pero aceptan que en este caso «se habían convocado condicionadas», ya que en el preámbulo del decreto de convocatoria, del 21 de diciembre, se advierte de la eventualidad de una suspensión del mismo por motivos sanitarios derivados de la pandemia. Las mismas fuentes del Gobierno admiten que estamos ante una cuestión «sin precedentes»; mientras que otras fuentes del Ejecutivo remiten al caso de Galicia y de País Vasco, pero para apuntar que «la unanimidad» alcanzada en ese momento por las fuerzas políticas gallegas y vascas, respectivamente, «es un buen precedente».
MINISTRO DE JUSTICIA «Estamos hablando de Estado de Derecho y derechos fundamentales. Cuidado con lo que estamos jugando»