«No rodé un ajuste de cuentas racial»
La actriz ficciona en «One Night in Miami...» el encuentro entre Malcolm X y Muhammad Ali
a actriz Regina King (Los Ángeles, 1971) debuta en la dirección para la gran pantalla con «One night in Miami...», que hoy estrena en España en Amazon Prime Video. La ganadora del Oscar 2018 a mejor actriz de reparto por «El blues de Beale Street» (2018) imagina la noche en la que Muhammad Ali (entonces Cassius Clay) venció a Sonny Liston y se fue a celebrarlo con Jim Brown, Sam Cooke y Malcolm X. La reunión fue real, sin embargo todos los diálogos y las situaciones forman parte de la ficción escrita por Kemp Powers, el mismo guionista que escribió «Soul» para Pixar.
L—¿Qué encontró en la historia de Kemp para querer dirigirla?
—Creo que esta historia puede impulsar una conversación diferente entre el público. Yo nunca había visto en el cine una película de estas características: por su teatralidad, por los personajes, por la estructura y los diálogos... Por supuesto, conocía a estos hombres, pero, al mismo tiempo, su charla era la misma que tuvo mi padre con mi tío y su mejor amigo. Esta es la carta de amor de Kemp a la experiencia del hombre negro en Estados Unidos y yo quería participar en esta historia fuera como fuera.
—¿Le ha afectado mucho la pandemia a su película?
—Me ha llenado el camino de baches. Primero tuvimos que detener la producción, después retrasamos el estreno, luego, en el Festival de Toronto, solo pude mostrarla de forma virtual. Empecé a rodar en noviembre de 2019 en Nueva Orleans y decidimos que estrenaríamos en julio de 2020, pero tuvimos que detener la presentación debido a la pandemia. Hemos esperado varios meses pero, ante las revueltas desatadas en Estados Unidos, decidimos que había llegado el momento de estrenarla.
—¿Es importante estrenar este filme en estos momentos?
—Han pasado 60 años y seguimos con los mismos problemas. Los temas que estos hombres discuten en la película son tan relevantes ahora como lo eran entonces. No se trata de un ajuste de cuentas racial, sino de averiguar cómo podemos mover la sociedad hacia adelante sin dejar a nadie atrás. Desgraciadamente, las cosas se siguen repitiendo. Y no precisamente lo que queremos que se repita. No importa cuándo se estrene este filme, siempre será relevante. Yo no podría haber adivinado las revueltas ni que íbamos a tener el año que hemos tenido, ni las elecciones que hemos tenido, ni las últimas semanas… pero todo esto no es nuevo. La cinta es importante porque la conversación es la misma de hace 60 años.
—Si tuviera que elegir hoy a cuatro personajes con el peso social de los protagonistas, ¿a quién elegiría?
—Es muy difícil responder a esa pregunta, porque depende de la experiencia de cada uno. Desde mi perspectiva, creo que LeBron James está haciendo una obra social muy importante. Podría compararlo con Ali o con Brown en ese sentido.
—¿Sueña con los premios?
—Si le digo la verdad, sueño con que este filme provoque una conversación. Vivimos dentro de una olla hirviendo a punto de estallar y este filme puede aligerar la presión. Mi intención nunca fue aprovechar el despertar de un movimiento, porque no lo anticipé. Dicho eso, no niego que tenemos la oportunidad desde la cultura de mover la rueda hacia una transformación real.