El plan de vacunación no detalla el destino de las dosis sobrantes
▶ Los viales sin usar aguantan 5 días fuera de las neveras, pero los abiertos deben inocularse en 6 horas
La polémica desatada por la vacunación contra la Covid-19 de manera irregular de tres alcaldes del norte de la provincia (Torrecampo, Alcaracejos y El Guijo), además de varios funcionarios municipales del Ayuntamiento de Santa Eufemia (también en Los Pedroches), pone en el punta de mira no sólo las actuaciones individuales políticas y al propio plan de vacunación de la Junta de Andalucía, que debe detallar todo el proceso de inmunización. Los servicios de Inspección de la Consejería de Salud, como ayer avanzó ABC, han abierto una investigación mediante un expediente al Área Sanitaria Norte para aclarar si las dosis inyectadas han seguido las pautas establecidas.
El PSOE, partido al que pertencen dos de los regidores Torrecampo y Alcaracejos, ha suspendido de militancia de forma cautelar a la alcaldesa del primero de estos municipios y no lo ha hecho con el segundo al ser independiente. Así lo confirmó ayer mismo el líder de los socialistas cordobeses, Antonio Ruiz, quien calificó de «error» el proceder de sus pupilos pero exigió explicaciones a Salud sobre lo que está sucediendo.
El PP, por su parte, criticó ayer el comportamiento de estos ediles al calificarlos de «insolidarios», en palabras de Adolfo Molina, presidente provincial del partido. El dirigente popular recordó que «no se obliga a nadie a ponerse la vacuna», por lo que cree que los regidores debieron rechazar las dosis puesto que no son «objetivos» por ahora de las campañas.
La investigación se está llevando a cabo y, según ha podido saber ABC, el foco está puesto principalmente en los casos de los alcaldes. La situación se ha tensado hasta el punto de que fuentes sanitarias admiten que hay algunos efectivos de los equipos de vacunación con «ataques de ansiedad» por lo que ocurre. Sobre la mesa están los posibles vacíos que pueda tener el plan de vacunación. Después de analizar en profundidad el mismo, no consta el destino que las dosis sobrantes han de llevar. Sí, que periodos de tiempo son cruciales desde que se abre una vacuna o hasta que no se dispensa. En esta línea han ido algunos de los argumentos de los «beneficiados» con estas inoculaciones.
A ello se refiere el alcalde de Santa Eufemia, el socialista Antonio Castillejo, tras el último episodio controvertido de vacunación. Cinco trabajadores municipales han recibido la dosis de Pfizer sobrantes de la actuación sanitaria prevista en la residencia municipal de la pequeña localidad de Los Pedroches. Y ello, a pesar de no formar parte de los colectivos con prioridad, los más vulnerables. El alcalde de la localidad afirmó ayer a ABC que fue el personal encargado de vacunar quien llamó al Consistorio ofreciendo las dosis porque, de no administrarlas, se desecharían.
«Al parecer, se terminó de vacunar a los trabajadores de la residencia y a los ancianos, y sobraron cinco dosis. Los sanitarios llamaron al Consistorio, que está al lado de la residencia, para preguntar a quién se las ponían para no tirarlas. Entonces, estos cinco trabajadores municipales se ofrecieron». El regidor reprobó que se quiera polemizar con esto, porque «el problema es que el protocolo de la Junta presenta carencias. Si no dicen a quién hay que poner esas vacunas que sobran, ¿quién lo decide? Se supone que eso deben saberlo los sanitarios y por eso se les hizo caso».
Pero, ¿qué dice ese plan de vacunación? Como se establece en la Estrategia de Vacunación frente a Covid-19 en España del Ministerio de Sanidad tomada por la Junta, en la primera etapa, en la que el número de dosis de vacunas será limitado, se priorizará a residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes. Luego, un grupo 2 con el personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario. Otro grupo 3 con personal sanitario y sociosanitario y, por último, un colectivo 4 con las personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas.
Las primeras dosis disponibles se están usando para los grupos 1 y 2 en ese orden y, tras completar éstos y haya más haya más disponibilidad de dosis, se vacunará a los grupos 3 y 4.
La guía para profesionales publicado por la Junta de Andalucía no especifica qué destino tienen una dosis sobrante. Fuentes del Gobierno andaluz aseguran que, en estos casos, hay que remitirlas a los hospitales de referencia, si bien en el mismo protocolo se apunta también que, una vez diluido, el vial o la jeringa cargada «no se pueden transportar, se deben usar en el sitio donde se preparen».
Es decir, los viales que no se han usado pueden aguantar hasta cinco días fuera de los ultracongeladores, pero los abiertos deben inocularse en las siguientes 6 horas. Lo que no se especifica en el documento es, en ambos casos, cuál sería su destino.
Santa Eufemia
El alcalde afirma que cinco trabajadores municipales se las pusieron a instancias de sanitarios
PSOE y PP
Los socialistas piden a Salud aclaraciones; los populares recuerdan que no se obliga a nadie a vacunarse
El protocolo oficial establece también que se planificará con antelación el número de dosis/viales a distribuir cada día, para evitar extraer más de las necesarias. Se solicitarán 48 horas antes, siempre como viales, teniendo en cuenta para los cálculos que cada vial equivale a 6 dosis. Teniendo en cuenta que en los casos del norte de la provincia han «sobrado» en varios episodios, todo apunta a que esta exigencia no se está cumpliendo a rajatabla.
En otros procesos, como el de gripe, el preparado se recibe en monodosis. Pero en el caso del Covid-19, Pzifer (también Moderna) ha optado por viales —tarritos de plástico— que contienen varias inyecciones para agilizar su producción a gran escala. Cuando las dosis al fin llegan a las residencias, esos viales que contienen hasta seis pinchazos cada uno, se reconstruyen «in situ» con suero fisiológico para extraer el líquido con una jeringuilla.
Cuando ese proceso se ha completado, ya no hay marcha atrás. Al terminar la jornada, los viales que no se han utilizado se guardan para la siguiente, puesto que pueden aguantar hasta cinco días fuera de los ultracongeladores. Pero uno abierto y reconstruido debe inocularse en las siguientes seis horas para que las dosis sean totalmente efectivas.