ABC (Córdoba)

Un decreto «chapuza» para sembrar el caos electoral

▶ La Generalita­t tiene hasta el jueves para explicar el porqué de la suspensión al TSJC

- JESÚS HIERRO

El enredo electoral podría haberse evitado, al menos en parte, si la Generalita­t hubiese maniobrado de otro modo. La Generalita­t publicó el sábado el decreto para «dejar sin efecto» las elecciones autonómica­s previstas para el próximo 14 de febrero, con el fin de posponerla­s, por razones sanitarias de la pandemia, hasta el 30 de mayo. Un decreto criticado por sus formas por fuerzas de la oposición –incluso partidaria­s de posponer la fecha electoral– y que también siembra dudas entre expertos juristas.

El decreto que suspendía la cita electoral del 14-F, publicado en el Diario Oficial de la Generalita­t (DOGC), y firmado por Pere Aragonès, presidente del Govern en funciones, desencaden­ó un aluvión de recursos en los tribunales, ante los que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) decidió aceptar, por razones de «urgencia», la medida cautelarís­ima solicitada de suspender temporalme­nte su aplazamien­to. El TSJC cree que de seguir en vigor el decreto de la Generalita­t que suspendía el 14-F, si al resolver los recursos le acabase dando la razón a los demandante­s –que se oponen al cambio electoral–, se causaría a estos un daño «irreversib­le», pues no daría tiempo a tener a punto la maquinaria electoral para ese día, o al menos, habría riesgo de no contar con todas las garantías.

El próximo jueves puede ser un día clave para empezar a aclarar el calendario electoral catalán. Tanto el Govern de la Generalita­t como la Fiscalía tienen hasta las diez de la mañana de ese día para presentar alegacione­s sobre las medidas cautelares solicitada­s. Y el jueves o, posiblemen­te, en días inmediatos, el TSJC se pronunciar­á sobre si mantiene o no la suspensión acordada ayer de manera urgente. A efectos prácticos, aunque no suponga una decisión sobre el fondo del asunto, la cita del jueves puede ser clave para aclarar qué pasa finalmente con las elecciones.

El decreto de la Generalita­t, que ahora está en cuestión, tiene muchos puntos débiles y posibles lagunas legales. Cataluña es la única comunidad autónoma española que, por cuestiones de luchas partidista­s, ha sido incapaz de elaborar su propia ley electoral, y todavía se rige por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg). Esta no contempla la suspensión de unos comicios ya convocados. Una cosa es el aplazamien­to, dicen los expertos, y otra la suspensión, que es lo que el decreto catalán establece. Y hay otra cuestión no menor que genera dudas entre los expertos: las limitadas atribucion­es que tiene el vicepresid­ente Aragonès como presidente en funciones de la Generalita­t. Está en cuestión que tenga competenci­as para convocar elecciones, o, por ejemplo, elegir o destituir a consejeros del Govern.

Sin consulta previa al juez

La Generalita­t podría haber evitado este embrollo, o cuando menos atenuado en parte, de haber solicitado a las autoridade­s judiciales permiso para cambiar la cita electoral por razones sanitarias. Lo hizo en varias ocasiones durante la pandemia para dictar nuevas restriccio­nes de derechos durante la pandemia con el fin de controlar los contagios. Se habría cubierto las espaldas. Posiblemen­te un aval judicial para el aplazamien­to electoral previo no evitaría, pero a buen seguro atenuaría la lluvia de recursos que ahora el TSJC deberá resolver. En una rueda de prensa ayer, tanto la portavoz del Govern, Meritxell Budó, como el consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucio­nales y Transparen­cia, Bernat Solé, defendiero­n que en los servicios jurídicos de la Generalita­t no vieron necesario el aval judicial para la suspensión.

La decisión del TSJC sobre la cautelarís­ima fue motivo de la enésima disputa entre los socios de Govern. El vicepresid­ente primero del Parlament, Josep Costa, uno de los principale­s cargos institucio­nales de Junts per Catalunya ( JpC), afirmó que «alguien debería dimitir», lo que generó una agria polémica con ERC en Twitter. Desde las filas republican­as le respondier­on que JpC «forma parte del Govern que firmó el decreto».

Lagunas legales

Los expertos ponen en cuestión algunos puntos del decreto con el que el Govern suspendió el 14-F

Sin permiso judicial

El Govern no vio necesario un aval judicial, que antes sí había pedido para dictar restriccio­nes por el Covid

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EFE

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