Iglesias da alas a Puigdemont en su estrategia de defensa
En su afán de evitar a toda costa su entrega a la Justicia española para hacer frente a un proceso que la mayoría de sus compañeros del Govern no eludieron, el prófugo Carles Puigdemont pretende utilizar en su defensa las declaraciones en las que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, lo comparó con los exiliados del franquismo. El líder de Podemos se reafirmó ayer en esta afirmación, si bien matizó que se trata de «contextos históricos diferentes».
En declaraciones a ABC, fuentes de la defensa de Puigdemont consideran que, aunque aisladamente las declaraciones de Iglesias no demuestran nada, sí lo hacen en un «contexto político» en el que se aprecia «divergencias de opiniones» respecto a que la actuación del Gobierno de la Generalitat que presidió fuera delictiva. Y ello a pesar de la sentencia del Supremo que condenó a los líderes independentistas por sedición.
El equipo jurídico de Puigdemont todavía tiene que reunirse para ver de qué forma hacen valer esas declaraciones. A su juicio, el momento es ahora, en el Parlamento Europeo, donde se está tramitando su suplicatorio tras salir elegido diputado en las elecciones de 2019. En estos momentos la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento tiene que debatir un informe que, en caso de ser aprobado, se sometería ya directamente a la aprobación del Pleno.
En el marco de los trámites que cumple esta comisión, el propio Puigdemont compareció el pasado jueves para defender su inmunidad como parlamentario intentando eludir así su entrega a España, paralizada precisamente tras esos comicios. Las fuentes citadas aseguran que cuando hace diez días Bélgica denegó la entrega del también exconsejero de la Generalitat Lluís Puig lo hizo apoyándose, entre otros motivos, en el «riesgo de vulneración de su presunción de inocencia».
Entretanto, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afeó ayer las palabras de Iglesias al considerar que «no es equiparable ni comparable la situación de Puigdemont, ni de ninguna
Colau afea las palabras del vicepresidente del Gobierno: las situaciones «no son equiparables»
otra persona de la actualidad, con la de los republicanos españoles que huían a pie por la frontera de una dictadura fascista». No obstante, Colau, quien cree que Iglesias fue «valiente» y «claro» en esa entrevista, apostilló que no fue el vicepresidente, sino el periodista de La Sexta, el que hizo esa comparación en la pregunta que le formuló.
No lo ve así Inés Arrimadas, quien ayer en Barcelona volvió a condenar el «insulto al exilio republicano» y exigió a Pedro Sánchez que lo desautorice públicamente para que Puigdemont no se beneficie de las palabras de Iglesias. Cs, como avanzó ABC, registró ayer dos iniciativas en el Congreso –una proposición no de ley y una batería de preguntas– para reprobar al vicepresidente y limpiar la reputación de España.