Trump se reivindica en su despedida: «No comencé ninguna guerra, peleé muy duro»
▶ El líder republicano en el Capitolio le da la espalda y le acusa de «provocar» la violencia
Amargo día final para Donald Trump en la Casa Blanca. Cuando el presidente se disponía ayer a difundir su discurso de despedida, el líder de su propio partido en el Senado, Mitch McConnell, le acusaba directamente desde el hemiciclo de haber incitado a la masa que saqueó el Capitolio el 6 de enero, unos hechos durante los cuales murieron cinco personas. Era un mensaje sin duda amenazante, pues de McConnell depende todavía que prospere el juicio político a Trump en el Senado, que bien puede desembocar en su inhabilitación.
Desde hoy Trump no será presidente, pero el proceso del impeachment sigue. Y con que McConnell sea capaz de unir a 17 republicanos de los 50 que hay, Trump puede ser condenado por insurrección, toda una mancha en el historial de su presidencia. En una intervención ayer en el pleno del Senado, que está considerando a los candidatos a ministros de Joe Biden, McConnell señaló que «aquella turba fue alimentada con mentiras». «Fueron incitados por el presidente y otras personas con poder, y trataron de usar el miedo y la violencia para impedir un trámite específico del poder legislativo al que se oponían», añadió. McConnell fue así inusualmente duro con Trump. Los asaltantes habían intentado impedir que el Capitolio validara la victoria de Biden.
En su discurso de despedida, el presidente intentó distanciarse de esa insurrección. «Todos los estadounidenses están horrorizados por el asalto a nuestro Capitolio. La violencia política es un ataque a todo lo que valoramos. Nunca se puede tolerar», dijo en un vídeo difundido por la Casa Blanca. Trump aún no ha aclarado si se presentará a las elecciones presidenciales de 2024, aunque es una opción que sus colaboradores han circulado estas pasadas semanas. De momento se retirará a Florida, donde reside ahora oficialmente. Sí dijo en su discurso que no se le debe dar por acabado. «El movimiento que lanzamos solo acaba de empezar», añadió.
Eso sí, Trump quiere dejar claro que no guarda rencores, a pesar de sus inacabables denuncias de fraude. En su discurso, Trump dijo: «Esta semana damos la bienvenida a una nueva Administración y rezamos por su éxito en mantener a EE.UU. seguro y próspero».
En su último discurso, el presidente Trump reivindica el populismo con el que llegó, brazo en alto, a la Casa Blanca. «Restauramos la idea de que en Estados Unidos nadie cae en el olvido, porque todos importan y todos tienen voz. Asumí las batallas más duras, peleé muy duro, tomé las decisiones más difíciles, porque para eso me eligieron». Además, defendió no haber comenzado nuevos conflictos: «Estoy especialmente orgulloso de ser el primer presidente en décadas que no ha iniciado nuevas guerras».
Últimas decisiones
En sus últimas horas de vida, la Administración Trump aceleró algunas decisiones con las que quiso dejarle las manos atadas a sus sucesores, sobre todo en materia de política exterior. En la principal, la diplomacia norteamericana determinó ayer que el régimen chino ha cometido «genocidio y crímenes contra la humanidad» en su campaña de represión contra la etnia musulmana uigur en la región de Xinjiang, en el oeste del país asiático.
Y con respecto a Venezuela, otro de los caballos de batalla del trumpismo, ayer la Casa Blanca sancionó a tres personas y 11 compañías por sus vínculos con una red que supuestamente ayuda a Nicolás Maduro y su régimen ilegítimo a evadir las sanciones contra el sector petrolero. Los principales sancionados por integrar esa red de evasión incluyen a Alessandro Bazzoni, Francisco Javier D’Agostino Casado, Philipp Paul Vartan Apikian y las empresas Elemento Ltd y Swissoil Trading S.A.