Condena contra el exhibicionismo
▶ Sentencia pionera: dos años de cárcel para Enrich y Luna por difundir un vídeo sexual con una chica
El Juzgado número 3 de San Sebastián emitió ayer una sentencia que va un paso allá del caso en cuestión. Los futbolistas Sergi Enrich y Antonio Luna, que coincidieron en la plantilla del Eibar, fueron condenados a dos años de cárcel (que no cumplirán, puesto que no tienen antecedentes penales) por difundir un vídeo de contenido sexual mientras ambos mantenían relaciones con una mujer, que pidió expresamente que no se la grabase. En la práctica se trata de la primera condena en España relacionada con el exhibicionismo, las redes sociales y la propagación de imágenes sexuales en el fútbol de élite. Una mezcla, sexo y fútbol, que durante décadas ha hecho mella en este deporte y ha levantado ese muro que navega entre la procacidad y la inmunidad en el que muchos jugadores se han sentido confortables e instalados.
A ambos se les condena por un delito de descubrimiento y revelación de secretos que afecta a datos de carácter personal que revelan vida sexual. Enrich hasta hace unas semanas era el capitán del Eibar y Luna juega en el Girona, de Segunda división. El juzgado absuelve al también exjugador del Eibar Eddy Silvestre (hoy en el Albacete), quien estaba acusado de ser la persona que distribuyó el vídeo proveniente de Enrich y Luna. Pero estima el tribunal que durante el juicio no se probó su culpabilidad.
Aviso a navegantes
«Es una sentencia pionera y un aviso de futuro para navegantes», consideran fuentes jurídicas consultadas por ABC.
El pasado octubre, los dos futbolistas acusados mostraron vergüenza y arrepentimiento ante el tribunal que los juzgaba por difundir el vídeo sin el consentimiento de la mujer que los denunció. La Fiscalía solicitaba para ellos cinco años de prisión, pero la actitud de los jugadores y la indemnización de 110.000 euros que han efectuado ya a la víctima han contribuido a rebajar la pena. Dos años de cárcel.
Tanto Enrich como Luna mantuvieron en el juicio que el 18 de abril de 2016 tuvieron relaciones sexuales con la chica y reconocieron que ella les pidió al día siguiente que borrasen las imágenes. «Nos lo pidió y le dijimos que lo habíamos hecho», admitió Antonio Luna. En cambio, según su testimonio,
Luna y Enrich, en un partido con el Eibar enviaron la grabación a Eddy Silvestre. Éste reconoció haber recibido el vídeo sexual, aunque deslizó la duda y dijo que no era capaz de precisar si lo habían enviado al grupo de whatsapp de los futbolistas del Eibar o a él de manera a individual. «Fue un vídeo más, Sergi siempre mandaba este tipo de cosas, ligaba mucho. Tenía muchísimos vídeos, porque él era así, se exhibía, para él era normal», aseguró Silvestre, quien se quitó el problema de encima. «Borré el vídeo nada más recibirlo. Yo no tengo nada que ver».
Durante la vista se reprodujo un audio del que Sergi Enrich reconoció ser el autor. En él reclamaba a sus compañeros del Eibar que no difundieran el vídeo: «La chica me puede crear un problema». Al mismo tiempo afirmaba en referencia a Eddy Silvestre: «El puto negro ese hijo de puta me la ha liado pero bien».
Según se aprecia en las redes sociales de ambos que volvieron a ser públicas después de haberlas cerrado por el caso que nos ocupa, Enrich y Luna mantenían una amistad que les había llevado a compartir vacaciones de verano en Nueva York, Orlando o la Riviera Maya.
«En ningún momento valoramos la posibilidad de que pudiera acabar todo como acabó. Nunca lo hicimos para hacerle daño a ella, ni mucho menos», expresó Luna durante la vista celebrada en octubre. La realidad es que el vídeo se hizo viral en las redes y todo el que quiso pudo curiosear el encuentro sexual de los futbolistas.
Durante el tiempo que transcurrió hasta el juicio, los jugadores calificaron el incidente como una «indiscreción», y lamentaron en sus cuentas de Twitter que las imágenes traspasaran el umbral de lo privado «sin el conocimiento de ella y mucho menos con su consentimiento».
La condena es la menor de las posibles según la ley española. La pena de prisión oscila de dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos descubiertos o las imágenes captadas.
Eddy Silvestre
El jugador azerí dijo en el juicio que tenía más vídeos de Enrich porque ligaba mucho y le gustaba exhibirse
Sergi Enrich
Reconoció que pidió a sus compañeros no difundir el vídeo: «La chica me creará un problema»