Cultura autorizó la retirada de la Cruz de las Descalzas en Aguilar
▶Un informe considera «motivada» la actuación del Ayuntamiento por estar causando daños a muros del templo colindante y carecer de valor artístico
La retirada de la Cruz de las Descalzas en Aguilar de la Frontera por parte del Ayuntamiento que dirige Carmen Flores (IU) pivota sobre un informe de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura que autorizó esta actuación solicitada por el consistorio aguilarense en base a un proyecto de remodelación del espacio en el que se encontraba (la calle Moralejo y el llamado Llanito de las Descalzas) y al que dio su visto bueno exceptuando la colocación de una escultura dedicada al fundador del convento en lugar del hito religioso.
Y eso que la Junta de Andalucía apeló ayer en un comunicado ante el revuelo suscitado a que esta acción es una «competencia en exclusiva» del Ayuntamiento y defendió su rechazo a ese extremo del proyecto urbanístico que se tramitó en octubre pasado sobre la plaza donde estaba la Cruz y el Convento de las Carmelitas Descalzas (en su origen llamado convento de San José y San Roque). Nada señalaba sobre el particular de la controvertida cruz.
Ese proyecto municipal contemplaba la retirada del símbolo religioso porque estaba generando un problema de filtraciones de agua que afectaban al edificio religioso. La cruz está sobre un arriate y el agua de lluvia como el riego del pequeño jardín serían los causantes de esos daños que aducía el Ayuntamiento en su proyecto, llegando a los muros, su cimentación, así como las pinturas murales del interior del templo.
Sin embargo, la regidora comunista de Aguilar, que no quiere hablar ahora mismo con los medios, se aferra a su comparecencia de hace unos días tras saltar la polémica. Su afán era y sigue siendo la cuestión memorialista, de hecho, así lo planteó, pero puede decirse que ha encontrado en el trámite patrimonial la llave perfecta para quitarse de en medio la cruz.
Bien es cierto que también la alcaldesa quería sustituir la cruz de 1939 por un grupo escultórico en honor al fundador del convento, don Rodrigo de Varo y Antequera, que, curiosamente, incluía «una cruz de dimensiones proporcionadas al busto», en mármol rojo y piedra, según ha podido confirmar ABC sobre la documentación presentada a Cultura.
El estruendo de la noticia y el argumento dado por Carmen Flores sobre el impacto visual de la cruz sobre el Bien de Interés Cultural (la iglesia de las Carmelitas Descalzas dentro del convento), provocó que la Junta saliera ayer a la palestra con una escueta nota donde extractaba consideraciones del informe técnico de Cultura.
«La decisión de retirar la cruz ha correspondido exclusivamente al Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera. La retirada de la cruz de mampostería existente en el lugar no forma parte del BIC, sino que se ubica en su entorno, por lo que es competencia exclusiva del Ayuntamiento», aseveró en su comunicado Cultura.
«No es idóneo —prosiguió— sustituir la cruz por una escultura ya que ésta provocaría distorsiones en la contemplación de la portada del templo, por lo que plantea [la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico] al Ayuntamiento Aguilar de la Frontera que reconsidere la instalación del conjunto escultórico que pretendía colocar en lugar de la Cruz en otro espacio del municipio».
ABC ha tenido acceso al informe completo de Cultura sobre la Cruz de las Descalzas y el mismo da validez a la retirada de la cruz. «Analizado el en
Ochenta y un año después de erigirse junto al convento carmelita y su iglesia barroca, la «Cruz de las Descalzas», como es conocida en Aguilar, en el llanete donde hasta Cultura dice que fue «lugar favorito de juegos para los niños aguilarenses», terminó su vida... en un vertedero de Moriles (arriba). Horas antes, operarios municipales cortaban la base de hormigón y la sacaban en un camión. Por la noche, otra cruz de madera, velas y flores recordaban el símbolo (derecha).