El debate entre la libertad de elección y la comparación con las ablaciones
Dos posturas muy marcadas, algún exabrupto y alguna posición tibia. Ese fue el resumen del debate de ayer en lo que concierne al levantamiento del veto financiero municipal hacia la fiesta de los toros. La voz cantante de la defensa de la moción recayó en Vox, cuya portavoz, Paula Badanelli, abogó por la «cultura, libertad y respeto» desde las instituciones públicas. La responsable del grupo político explicó que existe una protección cultural hacia los toros independientemente de la opinión que tenga cada ciudadano sobre la materia. «Le pese a quien le pese, la tauromaquia es un hecho cultural que se encuentra vinculado a nuestro patrimonio en distintos órdenes: a quien no le guste los toros, que no vaya», dijo. Tanto el PP como Cs han contribuido a la aprobación de la moción apelando al acervo cultural, a su raigambre histórica y a su capacidad de movilización del imaginario colectivo. Podemos e IU fueron los grupos más duros. La portavoz morada, Cristina Pedrajas, llegó a comparar las corridas de toros con otras tradiciones como las ablaciones de clítoris. La concejala de IU Alba Doblas aseguró que los toros constituyen una costumbre en desuso que no aporta ningún tipo de beneficio económico. Los votos de PP y Cs desnivelaron la balanza hacia el sí. El PSOE optó por una posición tibia donde se permitían ayudas estatales y autonómicas pero no así las municipales.