Las prestaciones del Estado por la pandemia llegan a 80.000 cordobeses
▶ La línea más cuantiosa fueron los créditos ICO con 1.400 millones reembolsables
ERTE, créditos del ICO, el «paro de los autónomos», el Ingreso Mínimo Vital... El Estado ha arbitrado a lo largo del año pasado varias líneas de ayuda para paliar los efectos de la crisis económica motivada por la pandemia que, en trazo grueso, ha dejado unos 80.000 beneficiarios de todo tipo en la provincia. La cifra no se puede determinar con exactitud ya que muchos de esos perceptores han accedido a varias prestaciones. Sí se conoce al detalle el número de beneficiarios de la que quizás tenga mayor impacto social: los afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), una figura testimonial antes de la crisis pero que ya forma parte del día a día de la sociedad. Durante 2020 (de abril a diciembre), según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno, hubo 47.573 cordobeses perceptores.
Muchos de ellos tuvieron que pedir la ayuda varias veces, por lo que el cómputo total de prestaciones asciende a 74.903. El mayor pico se registró al inicio de la pandemia, cuando en pleno confinamiento total debido al estado de alarma fue necesario apoyar a 41.884 desempleados de la provincia. Esa cifra se ha rebajado hasta los 8.738 parados en ERTE que hay ahora, un 79 por ciento menos, si bien está por ver el impacto de los cierres parciales de la economía en los municipios donde la Junta aplica el Nivel 4 de alerta con grado 2, lo que obliga a cerrar hostelería y casi todo el comercio.
La factura de los ERTE para las arcas estatales es onerosa. El año pasado sólo en Córdoba el gasto por ese concepto supuso 126,84 millones de euros; para todas las prestaciones por desempleo, incluidas las que ya existían antes de la crisis, se necesitaron 426 millones.
Otro de los soportes estatales de importancia fue la compensación por el Cese de Actividad de los Trabajadores
Autónomos (CATA), conocido como el «paro de los autónomos», que no existía antes de la crisis del Covid-19 pese a que se trata de una vieja aspiración del colectivo. La patronal de las mutuas que colaboran con la Seguridad Social cifra estas ayudas en exactamente 33.602 a lo largo de 2020 y en todas las líneas existentes, lo que supone un 68% de todos los autónomos registrados en la provincia, que alcanzan los 52.176.
Casi todas las peticiones de ayuda del «paro de los autónomos» fueron concedidas por el Gobierno, con una tasa de aprobación del 93 por ciento (sólo se rechazaron 2.463). Su importe ha sido también gravoso para las arcas del Estado: 82,4 millones de euros.
Con todo, la línea más cuantiosa de ayudas para paliar los efectos de los efectos de la crisis fue otra muy distinta. Se trata de los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que llegaron a unos 9.000 autónomos y pymes de la provincia, según ha indicado en rueda de prensa el diputado socialista por Córdoba Antonio Hurtado.
Se llevaron a cabo 14.700 operaciones por valor de 1.400 millones de euros sólo en la provincia de Córdoba. Hay que recordar que esta línea de ayudas formaba parte de un paquete inicial de 100.000 millones de euros para todo el país que se fue liberando por tramos y que más tarde se amplió.
A diferencia de las prestaciones sociales, estos créditos no son «a fondo perdido». Las empresas y autónomos que los reciben están obligados a devolverlos, si bien se concenden en unas condiciones ventajosas con respecto a la banca tradicional. «Esto cuesta mucho y los empresarios deben de cumplir» sus obligaciones, ha recordado Hurtado.
Queda por último otra de las novedades aprobada por el Gobierno central en plena pandemia: el Ingreso Mínimo Vital (IMV), una nueva prestación pensada para quienes nada tienen, ni siquiera el derecho a las prestaciones del nivel más bajo. La tramitación del IMV comenzó en el verano con enormes problemas . Sólo a finales del año pasado comenzaron a liberarse las ayudas con fluidez, si bien se pagan con carácter retroactiva. Hurtado cifró en 5.500 los beneficiarios.
El delegado del Gobierno, Antonio Repullo
En su punto álgido, llegaron a estar 47.573 personas bajo el paraguas temporal
La línea con menos incidencia pese a los esperado es el IMV por los retrasos burocráticos