La Junta ve «imposible» haber evitado la retirada de la Cruz
▶ Pese al informe de Cultura que avaló la idea de la alcaldesa, Repullo insiste en que no lo autorizaron
La Junta de Andalucía insistió ayer en ponerse de perfil ante la polémica de la retirada de la Cruz de las Descalzas en Aguilar de la Frontera, ejecutada por el Ayuntamiento de este municipio a instancias de una remodelación de la plaza donde se encuentra, y que ha contado con la autorización de la Consejería de Cultura por causar daños a muros y pinturas del templo carmelita y carecer de valor artístico. Así quedó plasmado en un informe, avanzado por ABC.
El delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Antonio Repullo, alegó al respecto que el informe que hizo Cultura fue desde «un punto de vista patrimonial». «El BIC es el convento que está en el entorno de esa Cruz, pero la Cruz no es BIC. Por lo tanto, la Junta en ningún momento puede autorizar o desautorizar algo que no afecta directamente al BIC. Eso es lo que ha hecho la Junta; simplemente se ha limitado a decir que esa cruz, si lo estima el Ayuntamiento, la puede quitar».
Sin embargo, el informe de la Consejería de Cultura es muy claro al respecto. Primero, la cruz forma parte del BIC al estar en su entorno, y por ello, cualquier cambio en el bien y su proximidad ha de autorizarse por parte de los técnicos de la Junta (artículo 33 de la Ley de Patrimonio de Andalucía). Segundo, el documento avanzado por ABC indica que la retirada del hito religioso «está motivada» y se autoriza por los daños de las filtraciones de agua del arriate en el que se encuentra y porque carece de valor artístico. ¿Podría haberse reparado los fallos de humedad manteniendo la Cruz...?
Pese a ello, Repullo insistió en que no pueden limitar la decisión de que este Consistorio actúe sobre un «bien que no está protegido por la Junta de Andalucía».
Repreguntado por si no había Cultura autorizado la retirada de la Cruz de las Descalzas, el responsable de la Junta en Córdoba insistió en que ese elemento «no estaba protegido». «Entonces, el Ayuntamiento tiene libertad para cambiarla. Insisto en que Cultura no autoriza la retirada. Lo único que hace es decir que la Cruz no es BIC. Entonces, el Ayuntamiento, si quiere, puede retirarla», aseveró Repullo.
Luego abundó en que, «con independencia de lo que pueda decir el documento» de Cultura, la «competencia exclusiva» para retirar la Cruz es del Consistorio aguilarense. «Por mucho que nosotros digamos que no queremos que se quite, es imposible que pudiéramos evitar que la Cruz fuera retirada por el Ayuntamiento. Cultura nunca pudo haber vetado dicha retirada».
Sin embargo, el tenor literal del informe de la Consejería de Cultura difiere de estas palabras y pivota sobre argumentos técnicos que habilitan la intención de la alcaldesa aguilarense. «Analizado el entorno, se considera motivada la eliminación de la Cruz debido a los daños que le está provocando al Bien de Interés Cultura».
Sobre el hecho de que la Cruz de las Descalzas acabara en un vertedero, Antonio Repullo dijo ayer «soy catolico y no me gusta. Primero, desde el punto de vista del respeto. No me gusta ver símbolos tirados. Creo que a lo mejor la decisión no ha sido acertada. Ha faltado delicadeza y un poquito de sensibilidad [en la ejecución]»
Críticas desde el PSOE
Entre tanto la Junta de Andalucía intenta salir de una tesitura delicada, las reacciones no dejan de sucederse. Así, el párroco de Aguilar de la Frontera, Pablo Lora, ha hecho pública una carta a su feligresía con motivo de la polémica retirada de la Cruz. En la misma expresa su «tristeza» por todo lo que está sucediendo estos días en este municipio. Y advierte de que «el sentimiento religioso se expresa a través de símbolos e imágenes, y la Cruz es el símbolo cristiano por excelencia».
Por su parte, el diputado en el Congreso por Córdoba Antonio Hurtado (PSOE), muy beligerante en cuanto a otros aspectos eclesiásticos (Mezquita-Catedral y tributación fiscal) dejó claro ayer que, pese a no considerarse católico, «eso no significa que no tenga respeto a la espiritualidad de la gente» y advirtió de que «hay que ser muy prudentes» cuando se tocan «los sentimientos religiosos» de la gente.
El congresista, natural de Aguilar, recordó a ABC que desde su infancia siempre había visto la Cruz de las Descalzas como un elemento más en eventos como las Cruces de Mayo o las procesiones de Semana Santa, cuando «era un sitio de mucho tránsito y las cofradías hacían una parada especial».
El símbolo «hace ya tiempo que no hacía apología del franquismo, sino que tenía un sentido más religioso»,dijo Antonio Hurtado, quien señaló que sus paisanos «creen que se ha tocado algo que les afecta; los aguilarenses tienen mucho sentido común».
«El sentimiento religioso se expresa por símbolos, y la Cruz es el símbolo cristiano por excelencia»
Delegado del Gobierno «La Junta se ha limitado a decir que esa cruz, si lo estima el Ayuntamiento, la puede quitar»
La Cruz estaba afectada
La Ley de Patrimonio de Andalucía obliga a la Junta a valorar los cambios en un BIC y su entorno
«Estamos impresionados por el sectarismo de la alcaldesa, por el fondo y por las formas»