«Cultura nos dijo que podíamos retirarla por entorpecer el BIC»
En su larga comparecencia pública (la última que ha habido), la regidora de Aguilar, Carmen Flores (IU), aludió al hecho, posteriormente desvelado por ABC, de que la retirada la ejecutó el Ayuntamiento pero con permiso de la Consejería de Cultura. Flores explicó que el Consistorio aguilerense se dirigió al citado departamento autonómico para que hiciera un informe que les autorizara a retirar el citado elemento, porque «todo lo que se haga cerca de un BIC tiene que estar autorizado por Cultura». La Cruz se encontraba cerca del Convento de las Carmelitas Descalzas, que tiene la catalogación de BIC. El proyecto municipal contemplaba el adecentamiento de esa parte de la plazoleta, suprimir la cruz y colocar una escultura. Para su «sorpresa», Cultura les dice que la Cruz ya no tenía vinculación con la memoria histórica al haberse retirado la placa que recogía el nombre de aguilarenses que habían muerto durante la Guerra Civil y que habían luchado con el bando nacional. Pero aseguró que en el informe se les permitía su retirada «por estar entorpeciendo la visibilidad de un monumento histórico catalogado, que es un BIC». Este extremo ha sido negado por el propio delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Antonio Repullo, que ha insistido estos días en la competencia exclusiva del Consistorio en todo lo que ha acontecido.