La tercera ola, ya vertical, marca máximos de contagios e incidencia
▶El crecimiento explosivo de la curva de la pandemia augura un mes de febrero muy complicado en fallecidos y compromete la situación hospitalaria
La tercera ola de la pandemia crece en Andalucía como una pared, vertical y cada vez más alta. La comunidad marcó ayer su enésimo récord de casos diarios y esta vez se situó al borde de los 8.000 en solo 24 horas. Fueron 7.816 positivos los que reportó la Consejería de Salud y Familias, esto avala el crecimiento «explosivo» de la crisis del Covid-19 en la comunidad.
Tanto es así que, en los diez últimos días Andalucía ha superado los 5.600 casos que fueron el pico de la segunda ola en ocho jornadas. La comunidad parece no encontrar techo ni fecha para que la curva se aplane. De hecho, tan solo en los días que van de enero se han sumado ya 71.847 contagios, dos veces y media más que en todo el mes de diciembre, cuando se anotaron 28.861 casos.
Así, a este ritmo de 6.000 contagios de media diarios, es más que probable que el mes de enero se convierta en el más duro de la pandemia, superando los cien mil casos.
De esta forma los contagios registrados en los 21 días que van de enero superarán con casi total probabilidad los 93.000 que se sumaron en el mes de noviembre, el más duro hasta ahora desde el inicio de la crisis sanitaria en Andalucía.
Aunque los contagios están en niveles nunca vistos y rompen récords casi todos los días, los muertos llevan días estabilizados en torno a 50 cada jornada. ¿Por qué? La razón es que los fallecidos que ahora reporta la Junta no son producto del crecimiento de la tercera ola sino de la Navidad y, es de prever, en unas semanas, cuando quienes hoy se contagian ya hayan pasado por el hospital y fallezcan, la nómina de decesos por la pandemia crecerá también de forma exponencial.
Porque esta crisis sanitaria es como una foto en tres tiempos. Primero suben los contagios —momento en el que está Andalucía ahora—, después los hospitalizados —algo que ya se va notando— y, por último, se registran más muertos. Es la evolución lógica de una enfermedad que puede desarrollarse hasta en dos semanas y que luego requiere de largas hospitalizaciones y tarda semanas en provocar la muerte.
En todo caso, la velocidad de esta tercera ola es una realidad indiscutible. Si el aumento de contagios sin precedentes no basta, es posible comprobarlo con la incidencia acumulada (IA). Los casos registrados por cada cien mil habitantes marcan la gravedad del avance de la pandemia y lo rápido que este número crece —o decrece—, la velocidad de la ola.
Pues bien, Andalucía marcó ayer casi 800 casos por cada cien mi habitantes, una cifra nunca antes registrada. La velocidad a la que crece la ola se observa claramente en que la semana pasada la incidencia era de algo más de 350 casos por cada cien mil habitantes y la anterior, de unos 150.
Así, la IA de Andalucía se ha ido duplicando semana a semana, lo que augura un mes de enero duro y un febrero complicado también.
El aumento de casos tiene una primera consecuencia: el crecimiento de ingresados en los hospitales. Este demuestra también la virulencia de la tercera ola en la comunidad. Según las cifras facilitadas por la Consejería de Salud, Andalucía lleva 20 días seguidos sumando ingresados por coronavirus. Ha pasado de 893 el pasado 2 de enero —punto más bajo desde verano— a los 3.310 de ayer, muy cerca ya de romper el récord de la segunda ola,
contagios
La cifra de casos de ayer, nuevo récord de la pandemia en la comunidad
casos
La incidencia acumulada se ha multiplicado por cinco en dos semanas 2,5% 2,0% 1,5% 1,0% 0,5% 31 01 dic ene 02 03
Últimos 21 días
1,5% 1,0% 0,5% 31 01 dic ene 12 mar 02 abr 02 03 04 04 07 may 05 05 04 jun 06 06 07 07
Fuente: Antonio González González (estadístico) / Junta de Andalucía
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA 08 08 02 jul 09 09 10 10 06 ago 11 11 12 12 03 sep 13 13 14 14 01 oct 15 15 16 16 05 nov
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que es de 3.478 y se dio en noviembre.
Pero lo más preocupante es la velocidad a la que se suman pacientes. Si a primeros de este mes, cuando ingresaban una media de 59 personas por día, esta semana ese número ha subido a casi 250 diarios. Nunca en la segunda ola de otoño se superó el listón de incremento de 200 ingresos diarios. Andalucía ayer batió el récord de mayor número de andaluces hospitalizados en un solo día desde el inicio de la pandemia. Fueron 267 en una sola jornada.
El «tsunami»
Este crecimiento explosivo de los casos de Covid-19 en Andalucía tiene su base en varios factores. Por un lado esta tercera ola arrancó con un nivel de casos mucho más alto que antes. En marzo pasado se partía de cero casos. Y en verano, cuando arrancó tímidamente la segunda ola había menos de diez contagios diarios.
La segunda oleada subió durante el otoño especialmente tras el puente de octubre. La Junta impuso medidas contra el avance de la pandemia y Andalucía llegó a mediados de diciembre con una media de un millar de casos diarios —y con días con solo 500 contagios—.
Pero la Navidad, época de mucho movimiento y de más contacto social y familiar aún, ha provocado que la tercera ola sea más bien un «tsunami», como la denominó el titular de Salud.
De fondo están las medidas que se han ido adoptando y una lógica aplastante que el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha expuesto en más de una ocasión: cuanto más se abre la movilidad y la actividad comercial, más casos hay; cuanto menos, mejor para la salud. Y al revés para la economía.
Así, en la primavera pasada se adoptaron medidas muy estrictas. Confinamiento total. Resultado: los casos bajaron rápidamente. Pero al principio de la segunda ola, se optó por medidas más laxas. Y los casos, tras el puente de octubre, se dispararon.
Cuando la Junta endureció las restricciones, ya en diciembre, los casos se contuvieron. Con más lentitud que en marzo, pero de forma muy clara, bajó la curva. Hasta la llegada de la Navidad.
Las fiestas no ha sido el único problema que han llevado es esta tercera «ola vertical». El frío, que provoca más actividad en el interior y, por lo tanto, más probabilidades de contagio, sumado a la nueva cepa británica, mucho más contagiosa y cuya expansión se desconoce realmente por falta de seguimiento analítico de los positivos, han contribuido a esta escalada de casos.