Los cribados masivos solo detectan un 0,5% de positivos durante dos oleadas de casos
▶ Tras cuatro meses y 40 campañas, 58 personas han dado positivo entre 12.000 pruebas
La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía lleva cuatro meses realizando lo que llama «cribados masivos» en municipios de la provincia. En teoría, estas pruebas deberían servir para calibrar el nivel de contagios dentro de una localidad concreta. En la práctica, ninguna de las campañas realizadas (y son ya más de 40) ha permitido adelantarse a los problemas derivados de una alta incidencia, y sólo en dos ocasiones (en Almodóvar y Benamejí) sus conclusiones estadísticas han confirmado lo que ya se sabía por otros medios: que el virus campaba a sus anchas.
Los cribados masivos arrancaron en la provincia el 26 de septiembre en Lucena. Por esas fechas, la localidad presentaba una incidencia muy elevadas (rozó los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días), cuando muy pocos municipios, y menos de ese tamaño, estaban en esa situación. Se trataba de ver si existía transmisión comunitaria en la localidad. Hoy se cuentan por docenas los pueblos cordobeses que están en esa situación.
En Lucena acudieron a la llamada de la Consejería de Salud (hay que recordar que estos tests son voluntarios) sólo 921 personas de las 1.918 convocadas (un 48 por ciento). Los análisis, para los que se emplearon entonces y ahora los nuevos tests rápidos de antígenos, revelaron una escasa incidencia de la pandemia entre la población, con sólo 3 positivos (un 0,32 por ciento de las pruebas).
Los resultados de Lucena marcaron una tendencia que se ha mostrado invariable en el tiempo, con escasas excepciones. Los tests de antígenos han sugerido una escasa presencia del coronavirus entre la población, incluso aunque el resto de las evidencias estadísticas indicaran lo contrario, especialmente la tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes. Además, no han logrado despertar el interés de la población o están diseñados de forma que dificultan la asistencia de los convocados.
Desde aquel mes de septiembre, Salud ha realizado más de 40 cribados con cerca de 12.000 pruebas aleatorias, casi tantas como las que se han llevado a cabo entre el profesorado. Los datos de esta información han sido recabados por ABC de diferentes fuentes a partir de los resultados anunciados de forma independiente por la Junta; Salud asegura que no dispone por el momento de datos oficiales completos de todos los cribados.
Solo se han detectado con este método 58 positivos, o lo que es lo mismo, un 0,5% de la población estudiada ha mostrado estar contagiada con este sistema. En la provincia de Córdoba se han infectado ya desde que comenzó la pandemia un 4,6% de toda la población, casi 10 veces más que lo que indican los cribados masivos. Si sólo se miran los contagios de las últimas dos semanas (más de 7.000), el porcentaje se queda en un 0,9%, casi el doble que lo que indican los tests de antígenos.
Inconvenientes
Uno de los problemas que presentan estos cribados es la asistencia voluntario. La Consejería de Salud diseña unos listados para cada municipio que se basan en «criterios epidemiológicos», centrados en la población de entre 18 y 59 años existente en la base de datos del SAS. Después, se envía la cita correspondiente a través de un SMS. Nada más se sabe sobre los baremos que emplea Salud para elegir entre unos ciudadanos u otros. Por ejemplo, se desconoce si la Consejería descarta de antemano a personas que ya hayan pasado la enfermedad, se les haya hecho algún otro tipo de prueba o que tengan que guardar cuarentena.
Lo que sí sabe es que sólo acuden a la llamada 6 de cada 10 convocados. El SAS ha citado a más de 19.500 personas y han respondido casi 12.000. El porcentaje de asistencia es del 61%, con un pico máximo del 75% en el último cribado de La Rambla realizado esta semana. En las grandes ciudades es más complicado conseguir que acudan todos los citados: al primer análisis de Lucena y el segundo de la capital solo se presentaron el 48%.
Los tests de antígenos son muy fiables
Un hombre sube al camión en que se y si detectan un positivo se puede decir prácticamente al 100 por cien que es cierto. Así lo atestiguan los profesionales sanitarios consultados. Pero tienen un inconveniente: solo detectan el contagio si han pasado unos días desde la infección. Las pruebas, para las que se toman muestras a través de la nariz con un bastoncillo, no encuentran el virus en sí, sino las proteínas que éste produce (los antígenos) y a las que combate el sistema inmune con su contraparte, los anticuerpos. Cuando ambos se enzarzan en la batalla biológica, los antígenos ya no son detectables en la mucosa, lo que establece también un límite temporal máximo a partir del cual este tipo de prueba pierde su eficacia. En esas condiciones surge el riesgo de los falsos negativos.
«Gracias a Dios los falsos negativos en el Reina Sofía son los menos. Hasta ahora este sistema está funcionando»
«Si pasan más de cinco días, lo más sensible es hacer la PCR. El test de antígenos pierde sensibilidad en ese momento»