«Las UCI no se habían vaciado aún»
enfermos críticos. «En la primera fue del entorno de 65 años y siempre ha habido gente joven, pero nuestra sensación es que se ha avanzado una década». La también presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva señala que ver perecer a gente con toda la vida por delante siempre es duro pero, a diferencia de otras patologías, «da rabia saber que todas esas muertes se podrían haber evitado». Informa Toni Jiménez.
el pico de contagios, las UCI catalanas aguardan tensas la estocada del virus, que podría sacudirles en pocos días con, en el peor de los casos, ocupaciones de más de un millar de camas. Con más de 700 pacientes ingresados, los responsables de estas unidades temen lo peor y dibujan un escenario a caballo entre el caos y la desolación de la primera oleada del virus y el impacto de la segunda, en la que se alcanzaron 600 ingresos. Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), reconoce a ABC que «la situación es muy complicada» y «si las cifras no mejoran, la asistencia no Covid podría sufrir las consecuencias». «La primera ola tuvo un fuerte impacto. Ahora tenemos respiradores, equipos de protección y más instrumentos terapéuticos para el manejo de los pacientes. El problema puede venir por la falta de personal», señala. La clave para resistir este nuevo ataque es, apunta, «ser cautos y mantener las restricciones vigentes hasta que los marcadores mejoren y las Unidades de Intensivos queden limpias como ocurrió al salir de la primera ola». «Estamos como estamos porque las UCI no se vaciaron de la segunda ola. Hemos empezado a sumar ingresos con UCI que tenían aún 300 personas dentro», dice. En su UCI del Hospital Vall d’Hebron, hay actualmente 50 pacientes Covid y 15 no Covid. El tipo de paciente que ingresa es el mismo que en las anteriores sacudidas del SARS-CoV-2, aunque «ahora vemos cuadros más iniciales y tenemos instrumentos que, por suerte, nos permiten evitar la intubación», dice. El responsable de Medicina Intensiva del Hospital del Mar de Barcelona, Ramon Masclans, subraya que «el discurso de algunos políticos catalanes que insinúan que la situación está mejorando es muy peligroso. Les recomendaría que paseen por una UCI y vean cómo se entregan las cenizas de un afectado a su familia que le dejó en el hospital hace apenas 15 días», subraya Masclans. «Hemos pasado de decir “¡salvemos las navidades!” a decir “¡salvemos vidas!”», asevera Masclans. «Ahora el riesgo está en la Semana Santa». En su UCI han doblado camas estructurales de críticos. Informa Esther Armora.
«Hemos vivido momentos de euforia discreta cuando bajaba la ocupación, pero luego nos hemos visto igual. Y eso afecta mucho a todos»