«En 30 años de carrera nunca había visto nada igual»
La situación en las UCI de los hospitales gallegos sigue siendo mejor que la media nacional (un 26% de ocupación), pero el escenario no es halagüeño y se complica día a día. Esta semana Galicia pulverizó el récord de pacientes Covid derivados a críticos: del techo que marcaron los 178 del mes de abril, en los peores momentos de la pandemia, a los 228 contabilizados al cierre de esta edición. Los profesionales sanitarios no vacilan: «Nunca en mis treinta años de carrera había visto algo así», dice el jefe del Servicio de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña (Chuac), Fernando de la Iglesia, que insta a la población a confinarse para «salvar vidas». Sus palabras conectan con un panorama de máxima tensión que ha superado los peores indicadores de la primera ola y que introduce diferencias reseñables, sobre todo en lo tocante al perfil de paciente crítico. El doctor coruñés remarca que los ingresos ya no pertenecen solo a personas mayores «que tienen peor pronóstico», sino que también hay «muchos jóvenes». «Y en mala situación clínica», recalca, que subraya que «esto sí o sí se traducirá en complicaciones y fallecimientos». Con su hospital en fase tres por la presión asistencial a la que se ha llegado (Santiago y Orense están en la misma situación), el internista ruega a la población que salga de casa solo si es necesario y pide que utilicen «con el máximo juicio» unos servicios sanitarios «que están muy sobrecargados». El presidente Alberto Núñez Feijóo afirmó que «en estos momentos Galicia no tiene veinte hospitales, tiene uno que está a disposición de todos», en referencia a los traslados que se están realizando a áreas menos tensionadas, como la de Lugo, para equilibrar la sobrecarga. El siguiente paso, de no dar abasto, pasaría por activar el nivel 4 y desplegar hospitales de campaña preparados en Santiago y en La Coruña. Informa Patricia Abet.
MÁLAGA
El jefe de Medicina Interna en La Coruña ruega a la población no salir de casa si no es necesario
«Hemos pasado de querer salvar las navidades a salvar vidas. Ahora el riesgo es Semana Santa»
«Cada vez entran pacientes más jóvenes y se ponen más graves con mayor rapidez». El testimonio de Manuel Herrera, jefe de sección de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de Málaga, representa una desgarradora radiografía de la evolución que el Covid está teniendo en el último escalón de la lucha contra el maldito virus. Son personas que están entre los 40 y 50 años. Que presentan neumonías cuya evolución es tan rápida «que llegan a una insuficiencia respiratoria grave en solo dos o tres días y hay que recurrir enseguida a la ventilación mecánica». Y cuyos progresos pulmonares se demuestran escasos, desesperadamente lentos. «Y más complicados de solucionar». «Ser joven no asegura que la infección pase de forma banal», incide el doctor. Es el principal cambio en el perfil que Herrera detecta en esta «tercera etapa» de la pandemia, de la que aún no se atreve a afirmar si también ha traído variaciones en cuanto a la letalidad. «Es pronto». Lo que sí sabe seguro es que la oleada posnavideña ha vuelto a tensionar la unidad en la que trabaja, aunque con matices. «No estamos bien, tenemos una enorme carga de trabajo y de estrés, pero aún hay margen para no sentirse desbordados», explica. El hospital tiene a 19 pacientes Covid en su UCI. Su capacidad es de 56 camas. Desde que comenzó el mes de enero, por la unidad han pasado 40 personas. Es la mitad de los que lo hicieron entre verano y diciembre y la misma cifra que hubo en la oleada primigenia. Pero.., «aquella primera ola sí que fue un tsunami que nos cogió a todos desprevenidos», dice. «Vamos a tener que hacer un gran esfuerzo», vaticina.
Y no será fácil sobrellevarlo, porque cuando se le pregunta por el estado de su plantilla, compuesta por cerca de 40 profesionales, repite la frase ya escuchada en otros rincones del país «Estamos mentalmente agotados». «Hemos vivido momentos de euforia discreta cuando bajaba la ocupación; pensábamos que el virus estaba controlado, pero luego nos hemos visto igual. Eso afecta, y mucho, a todos». Informa Fernando del Valle.