La presión de Junts a ERC amenaza la estable y variada mayoría del PSOE
▶El CIS augura una victoria para Illa el 14 de febrero en Cataluña, pero Borràs crece y pone en peligro la segunda posición de ERC, que se desinfla
Faltan ocho días de campaña electoral en Cataluña y los nervios entre los dirigentes políticos no dejan de crecer. Junts, ERC y PSC se juegan la victoria y, si las encuestas aciertan, incluso la formación del próximo gobierno autonómico catalán puede ir de un puñado de votos, que caiga a favor de un bloque ideológico, o de una desmovilización, que afecte a unos partidos más que a otros. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ayer, ratificó su opinión de mediados de enero al augurar la victoria del PSC de Salvador Illa el 14 de febrero: 23,7 por ciento de estimación de voto (eso sí, dos décimas menos que en enero).
Este jueves, sin embargo, el CIS no se atrevió a dar una estimación en escaños. Aun así, sí detecta, como viene haciendo la Generalitat de Cataluña en sus encuestas oficiales, un crecimiento constante y sostenido de Junts. En solo quince días, Laura Borràs ha pasado de una estimación de voto del 12,5 por ciento al 14,6 por ciento. Y el propio CIS ve margen de mayor crecimiento.
Disputa «indepe»
Con este panorama, recobra importancia, si en algún momento la dejó de tener, la primera posición dentro del bloque secesionista. En 2017, las elecciones las ganó Ciudadanos, lista que encabezaba Inés Arrimadas, pero la suma de los tres partidos independentistas (JpC, ERC y CUP) hizo imposible cualquier alternativa. Así, no hizo falta mucha negociación para el reparto de cargos. JpC, que quedó segundo pero ganó a ERC, la Presidencia de la Generalitat, y los de Oriol Junqueras, que quedaron terceros, obtuvieron la Presidencia del Parlamento autonómico.
Ahora, como hace tres años y medio, al margen del resultado del PSC, se libra una batalla electoral igual o más importante que la de quedar primero en «la general» y que consiste en ser el primer partido del bloque independentista. Una pugna que el CIS ratificó y avivó ayer. Pere Aragonès (ERC), al que el CIS le da una estimación de voto del 19,9 por ciento, pierde siete décimas en el mismo periodo de tiempo (quince días) en el que Borràs gana dos puntos y una décima. Y lo peor para ERC, los augurios demoscópicos de José Félix Tezanos plantean que Aragonès está en caída.
El tripartito pierde fuelle
que volver a las urnas, pasarán por cumplir «un programa de mínimos» que avance hacia la confrontación política con el Gobierno y el resto de las instituciones nacionales. «Hicimos un referéndum que es válido y hay una resolución en el Parlament que sigue siendo válida. Nuestra propuesta es desplegar sus efectos con el 50 por ciento y aguantar la posición. Si no, cuando decimos que tenemos que hacer República, ¿a qué nos referimos?», se preguntó Puigdemont.
Este marcaje de Junts a ERC y la disputa por el mismo caladero a de votos, si Junts no dirige la Generalitat, debilitará a ERC en sus posiciones en el Congreso, que deberá de «demostrar» que es tan o más independentista que Junts. Con hechos, no palabras.