Se casa tras dos intentos y doce novios a la fuga
La cantante australiana cerrará un ciclo de fracasos sentimentales junto a Paul Solomons
a historia sentimental de Kylie Minogue es lo más parecido a un serial con tantos capítulos como la retahíla de novios que atesora desde que se destapara el primero, Jason Donovan, un Mickey Rooney ochentero junto al que, más allá de compartir sus primeros besos, consolidó su condición de estrella adolescente desde «Neighbours». Aquel culebrón culminó en una boda que batió récords de audiencia. Y fue la única ocasión en la que vimos a Kylie vestida de novia. Corría el año 1987.
Tres décadas, algo más de una decena de parejas reconocidas y dos fallidos compromisos matrimoniales después, parece que, a sus 52 años, pasará por la vicaría. Eso según ha confirmado su entusiasmada futura suegra, Gloria Solomons, madrastra de Paul Solomons, un apuesto galés de 46 años que figura como el jefe de diseño de la revista «GQ» y junto a quien la actriz y cantante australiana cerró heridas tras el shock de enterarse por la prensa que su futuro marido, Josua Sasse, actor británico 20 años más joven que ella, se acostaba con otra. Aquel desengaño, en 2017, la dejó carcomida por la ansiedad. Pero en Solomons «encontró el amor verdadero».
LLa fecha de la boda aún no ha trascendido, pero lo más probable es que sea en Melbourne.
Durante mucho tiempo, el pronóstico del otro hombre con el que estuvo dispuesta a casarse sonó a maldición: «Va a acabar como una solterona con la única compañía de su gato», dijo el británico James Gooding, quien dio muy mala vida a Kylie. Pero antes de Gooding, ella también había roto algún que otro corazón. Sin ir más lejos, el del bueno de Donovan, que ella dejó por el malogrado Michael Hutchence, cantante
Lenny Kravitz, Van Damme Jefferies,
22.15 La 1
EE.UU. 1971. Policíaco. 102 m. Dir: Don Siegel. Con Clint Eastwood, Harry Guardino.
Una cosa es el talento de Siegel para darle forma a este policíaco duro, seco y deslenguado, y otra es el talento de Eastwood para construir a Harry Callahan, un mito del género que tiene un garfio en la mirada, que escupe monosílabos y que le llaman «el sucio» porque no lava su conciencia. La primera de varias y la mejor. un atentado y un agente encargado de proteger a la testigo. Kidman borda su personaje trágico y frágil, Penn es el protector, y ambos dan la sensación de repelerse como si se hubieran rociado con desagradol. 00.50 Paramount
EE.UU. 2007. Drama romántico. 139 m. Dir: Mike Newell. Con Giovanna Mezzogiorno, Javier Bardem.
El buen director Mike Newell no le encontró la tecla a García Márquez (no debe de ser fácil, pues nadie lo consigue) y su novela de pasiones y magias no tiene buen acomodo en la lisura de la pantalla. Está bien la ambientación y el paisaje, incluso el Florentino Ariza que hace Bardem, pero no tanto como el brutal trasnoche que hay que invertir para verla.