Los gimnasios apenas registran un contagio por cada cien mil visitas
▶ Pese a ser objeto de las restricciones más duras no suponen un problema, según un estudio europeo
Castilla y León, Cataluña, Ciudad Real, Mallorca, Galicia, Comunidad Valenciana, Canarias… Con el avance de la tercera ola del coronavirus han sido muchas las comunidades que han decidido echar el cierre de los gimnasios y centros deportivos para atajar el número de contagios. Desde el sector apuntan a los prejuicios que todavía hoy persisten en la sociedad y que los asocian a actividades de ocio y no de salud mientras las autoridades políticas son incapaces de justificar a qué se deben esos cierres, sin datos de contagios que los respalden.
Un estudio reciente, publicado por ThinkActive en el que ha participado la Universidad Rey Juan Carlos realizado en 14 países europeos, apunta a que en estos centros se producen 1,12 contagios por cada 100.000 visitas. Para llegar a esas conclusiones se han basado en 115 millones de visitas a 4.360 centros en un periodo de seis meses. En el caso de España, se registraron durante ese tiempo 74 contagios entre los trabajadores y 55 casos entre los socios, de un total de 7,2 millones de visitas supervisadas.
Para Alfonso Jiménez, uno de los autores del estudio y director del centro de investigación ThinkActive, la tendencia a cerrar este tipo de lugares «es automática», y en ella no existe por parte de las autoridades «ni un minuto de reflexión», ya que «estos espacios aportan beneficios directos sobre la salud que no hacen razonable que en ningún caso se cierren», añade. El catedrático de Ejercicio Físico y Salud se refiere a los diferentes estudios que demuestran que los individuos sanos tienen «más posibilidades» de enfrentarse al Covid-19 y pasarlo con menores complicaciones «que quien lleva una vida sedentaria». El panorama no resulta halagüeño, ni en España, ni en el resto de Europa y por ello destaca
Australia y Nueva Zelanda como ejemplos de países donde el deporte tiene una gran importancia social y el coronavirus no ha azotado con tanta fuerza como en el Viejo Continente.
«Nos sentimos indefensos, sobre todo porque hemos visto y comprobado que el cierre de nuestras instalaciones no provoca un comportamiento en la curva», cuenta a
ABC Alberto García Chápuli, gerente de la Federación nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID).
A las medidas de renovación de aire, distancia personal y reducción de aforos, se le une, en el caso de los gimnasios una que los hace únicos: la trazabilidad. «Somos el único sector que sabe en qué momento entras en el recinto, con quién coincides y qué actividad realizas. Si hubiera algún contagiado es muy fácil hacer trazabilidad de esa persona. A veces hemos tenido casos positivos y al analizar sus contactos nos hemos dado cuenta de que no había brote, porque además tenemos implantadas
Mascarilla, reducción de aforos, distancia interpersonal y renovación de aire
todo el resto de medidas», añade García Chápuli. Para los empresarios de centros deportivos, su actividad «es lo más parecida a la de los grupos estables escolares». «Más del 90% de nuestros socios vienen para mejorar su salud, no por cuidar el cuerpo, y se nos debería tratar como tal. Lo que pedimos es que no se nos compare con ninguna otra actividad, y sobre todo con ninguna en la que esté permitido prescindir de la mascarilla», defiende el gerente de la FNEID. Las pérdidas en el sector están ya por encima del 50% según las fuentes consultadas, y alrededor del 40% de las instalaciones podrían no volver a abrir nunca, con la consiguiente pérdida no solo de empleo sino de espacios en los que mejorar la salud de las personas, resentida en muchos casos por el sedentarismo provocado por el confinamiento.
«El problema es que todavía se sigue viendo el hacer ejercicio o el ir al gimnasio a entrenar como un ocio