Cambio de chaquetas
En menos de tres años de legislatura se han producido 164 casos de transfuguismo mía, pondrá fin al populismo y soberanismo, con una vuelta al bipolarismo, según el profesor de sistema político italiano en la Universidad Luiss de Roma Roberto D’Alimonte: «El apoyo del Movimiento 5 Estrellas al gobierno de Draghi marca su institucionalización definitiva: desde la época del ‘vaffa’ (abreviatura de vaffanculo, a tomar por c… , iniciativa lanzada contra la casta política en abril 2008), Grillo ha recorrido un largo camino en las instituciones».
Ese camino institucional lo inició en 2018 Salvini como ministro del Interior. Pero le queda aún decir adiós al soberanismo, según el politólogo D’Alimonte: «En el interior de la Liga conviven siempre almas distintas, la que mira a Le Pen y la que apunta al Partido Popular Europeo. Ambos no pueden coexistir dentro de un ejecutivo de Draghi. Apoyar al gobierno de Draghi significa estar con Europa y renunciar a la bandera de la soberanía radical».
En este año en que Italia presidirá el G-20 y «cuando Angela Merkel, que vive sus últimos meses de canciller, salga de escena, Mario Draghi se convertirá en el líder europeo más autorizado y escuchado», afirma el diputado Bruno Tabacci, presidente del Centro Democrático. Demostrará que es «un político prudente, pero cuando se decide a realizar una cosa, la hace con una audacia fuera de lo común», asegura Carlo De Benedetti, industrial y editor. Medios internacionales, como el ‘New York Times’, califican a Draghi como «un gigante de Europa». Mantiene excelentes relaciones personales con líderes mundiales, incluida la Casa Blanca. El expresidente Barack Obama confesó recientemente que acudió a Draghi de vez en cuando en busca de consejo.
Un hombre de Estado
Si tiene éxito en su gestión, Draghi está llamado a ser elegido presidente de la República, para suceder a Sergio Mattarella, cuyo mandato de siete años concluye en febrero 2022. Aunque él abandonara el ejecutivo para trasladarse al palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, no dejaría huérfano el gobierno: «Creo que establecerá un método de trabajo para el próximo gobierno», dice Veronica De Romanis, profesora de Economía en la Universidad Luiss de Roma. En la mente de Draghi hay un programa para una década y sigue el camino de Alcide De Gasperi: «Un político piensa en las próximas elecciones, mientras un hombre de Estado piensa en las próximas generaciones».